El cerclaje del cuello del útero es un método utilizado para ayudar a las personas embarazadas con un cuello del útero acortado o insuficiente a prolongar sus embarazos. Consiste en una sutura o una cinta sintética que se coloca alrededor del cuello del útero para ayudar a mantenerlo cerrado. Realizado por primera vez en 1902 y utilizado con bastante frecuencia desde los años 60, el cerclaje no es adecuado para todas las personas embarazadas con problemas cervicales, pero en las situaciones adecuadas, puede ser una parte importante para mantener un embarazo saludable.
Cuándo un médico puede ofrecer un cerclaje
Hay varias razones por las que las personas pueden necesitar un cerclaje. La mayoría de los cerclajes se recomiendan para personas que han tenido un cerclaje en un embarazo anterior o que han experimentado una pérdida previa en el segundo trimestre por insuficiencia cervical y dilatación indolora. Se coloca a principios del último trimestre o a principios del segundo trimestre. Otra razón por la que alguien puede necesitar uno, llamado cerclaje de «rescate», es cuando se detecta un cierto grado de acortamiento o dilatación cervical, especialmente en aquellas personas con antecedentes de nacimiento prematuro antes de las 24 semanas de gestación.
Dado que el cerclaje conlleva sus propios riesgos, los médicos no lo recomiendan a menos que hayan determinado que los riesgos de no actuar superan los riesgos que conlleva el procedimiento. Los riesgos incluyen infección, rotura prematura de membranas, sangrado vaginal y desprendimiento.
¿Para quién no es adecuado el cerclaje?
Por lo general, el cerclaje no se recomienda para las personas que están embarazadas de gemelos. Tampoco se recomienda para aquellas que corren el riesgo de trabajo de parto prematuro por razones distintas a la insuficiencia cervical o al cuello uterino corto. Tampoco se recomienda para las personas que están en trabajo de parto prematuro, que muestran signos de infección, signos de desprendimiento o que han roto aguas.
¿En qué consiste el procedimiento?
A la mayoría de las personas a las que se les coloca un cerclaje se les realiza bajo anestesia regional, es decir, anestesia espinal. El cerclaje se coloca generalmente a través de un abordaje vaginal, pero en casos muy poco frecuentes se puede realizar a través del abdomen. El médico coloca una sutura alrededor del cuello del útero en forma de bolsa de tabaco y luego la sutura se ata firmemente.
El cerclaje se coloca generalmente en el tercer mes de embarazo, entre las semanas 12 y 14, pero si el cuello del útero comienza a abrirse más tarde, se puede colocar el cerclaje en ese momento.
¿Qué ocurre después de colocar el cerclaje?
Después de un procedimiento de cerclaje cervical, es posible que se pida a la paciente que permanezca en el hospital durante unas horas o toda la noche en observación. Durante este tiempo, es posible que experimente un ligero sangrado y cólicos, y que note un flujo vaginal más espeso que puede continuar durante todo el embarazo. Después de regresar a casa, es posible que se le recomiende evitar actividades extenuantes durante unos días y que deba abstenerse de tener relaciones sexuales durante 7-10 días después del procedimiento. En el momento en que se coloca el cerclaje, muchas personas comienzan a tomar progesterona vaginal, como otra forma de tratar el acortamiento del cuello uterino.
El cerclaje se remueve generalmente alrededor de la semana 36 de embarazo, momento en el que se considera que el bebé se ha desarrollado lo suficiente como para nacer sano. Los puntos se pueden retirar antes si las contracciones comienzan antes de ese momento. Cuando se remueven los puntos, puede producirse un ligero sangrado. A veces, los puntos se pueden retirar durante una visita normal al médico, pero en ocasiones es necesario remuevarlos en un quirófano bajo anestesia.
Las personas a las que se les ha colocado un cerclaje cervical y notan alguno de los siguientes signos deben ponerse en contacto con su médico inmediatamente, ya que pueden ser signos de complicaciones con el procedimiento:
- Contracciones o cólicos intensos
- Dolor de espalda que se mueve en oleadas como el dolor de parto
- Sangrado vaginal
- Fiebre, vómitos o náuseas
- Flujo vaginal con olor fuerte
- Rotura o pérdida de líquido
- Sensibilidad o dolor abdominal
El cerclaje cervical no es adecuado para todas las personas, pero en los casos en que se requiere, puede ser muy exitoso.
Revisado por el equipo clínico de Ovia Health
Fuentes
- «Cerclaje cervical». MayoClinic. The Mayo Clinic, 17 de marzo de 2015. Web.
- «Cerclaje cervical». RCOG. Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos. Mayo de 2011. Web