Lenguaje de signos para bebés: El otro juego de imitación

El mundo funciona comunicándose, pero cuando eres un nuevo bebé con cuerdas vocales en desarrollo, tus opciones de comunicación son bastante limitadas. El bebé promedio comienza a expresar palabras sencillas a los 9 o 10 meses, pero formar oraciones que otras personas puedan entender puede llevar más de un año, ¡o incluso dos! Entonces, ¿qué puede hacer un bebé cuando quiere comer, un cambio de pañal, o si simplemente quiere decir «te quiero»? Introduce lo que algunas personas llaman «lenguaje de signos». Con simples gestos de las manos, los bebés pueden expresar sus necesidades o emociones. Estos gestos pueden estar relacionados con el lenguaje de signos americano u otros lenguajes de signos, o pueden ser una forma más improvisada para que los bebés usen gestos específicos para comunicarse. Ya sea que una familia base sus gestos en un lenguaje de señas oficial o invente los suyos propios, el uso de gestos para comunicarse puede ayudar a los bebés a expresarse antes de que sus cuerdas vocales estén listas.

¿Cuándo hay que comenzar?

La mayoría de los bebés comienzan a intentar una comunicación básica alrededor de los 8 ó 9 meses, aunque ha habido excepciones en las que bebés de tan sólo 6 meses han aprendido con éxito el lenguaje de signos. Observa a tu bebé en busca de signos de sociabilidad, como actuar de forma amistosa cuando esté cerca de otros y hacer sonidos para llamar tu atención. Sin embargo, cuanto antes empieces a hacerle señas mientras le hablas, mejor se le quedarán las señas en la mente y le resultará más fácil aprenderlas cuando llegue el momento.

¿Dónde empezamos?

La elección de los primeros signos para enseñar a tu bebé puede parecer una decisión compleja, sobre todo cuando no hay una guía «oficial» del lenguaje de signos para bebés que puedas consultar. El mejor enfoque es mantener las cosas lo más simple posible. Comienza con las funciones más básicas como «comer» (tal vez tocando los labios con las yemas de los dedos), «dormir» (cerrar los ojos y sonreír), o «ayuda» (tocando ambas manos en el pecho). A partir de ahí, los dos podrán avanzar hacia signos más creativos y abstractos. Tu bebé aprende observándote, y el lenguaje de signos no es diferente. Si incorporas el lenguaje de signos en la forma en que ya le hablas, comenzará a asociar los signos y su significado con bastante rapidez, y estará encantado de descubrir que los gestos simples son una forma de comunicación en la que puede participar fácilmente.

¿Qué pasa si se nos dificulta?

Tanto para un recién nacido como para un adulto, el aprendizaje de cualquier nuevo idioma puede ser difícil, así que trata de no preocuparte si tu bebé tarda una o dos semanas, o incluso más, en adaptarse al ritmo de las cosas. De hecho, la mayoría de los bebés necesitan al menos unas semanas de práctica para convertirse en hábiles señaladores. Pero una vez que se produzca ese momento mágico de éxito en las señas entre ustedes, lo más probable es que esa ola mutua de alegría y emoción logre una retención del lenguaje de signos más fuerte (y más rápida).

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