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¡Ayuda! Mi bebé odia el baño

Mientras que la bañera es el punto culminante del día para muchos niños, también es totalmente normal que otros bebés y niños pequeños actúen como si la bañera fuera el monstruo del fondo de sus armarios. Saber que es normal no hace que sea más fácil convencer a un bebé o niño asustado de que la higiene es más importante que cualquier razón que piensa que el baño es su enemigo. Afortunadamente, hay algunos trucos que podrían ayudar a convencer a tu patito de que le dé una oportunidad a la natación.

¡Solo agrega agua!

El orden habitual de las cosas es preparar un baño, y luego introducir a tu pequeñín, pero a algunos bebés les asusta la inmersión repentina, y les resulta más fácil si ya están en la bañera y pueden verla llenarse.

Caliente y frío

La piel de tu chiquitín es muy sensible, y si el agua está demasiado fría, o si el aire alrededor del agua lo está, eso podría ser parte del problema. Si te bañaras con tu bebé, ¿estarías más cómoda si el agua o la habitación estuvieran un poco más calientes? Incluso si la respuesta es no, podría ser que tú y tu peque tienen diferentes sentidos de las temperaturas confortables.

La paciencia hace la perfección

A veces, cambiar a la bañera es un paso demasiado grande. Si eso es lo que está pasando con tu pequeñín, y no te importa darle el gusto, sigue con la bañera de bebé un poco más, o incluso hacer un baño de esponja prolongado hasta que tu chiquitín esté listo para el océano abierto de la bañera de los adultos no es una mala opción.

Incorpórate

Meterte en la bañera con tu pequeño ayuda a asegurarle que el baño es un lugar seguro para estar y, si no lo has hecho antes, puede ayudarle a distraerse de la miseria programada cambiando las cosas de manera que no está anticipando.

Cambia el juego

Podría ser que, en lugar de intentar decirte lo poco que se preocupa por la limpieza en absoluto, tu pequeñín está tratando de hacerte saber que es el tipo de persona que prefiere las duchas a los baños. Es una forma menos intuitiva de hacer que tu hijo de menos de un año esté limpio, pero si tu chiquitín realmente siente con fuerza que el agua que le cae desde arriba es el camino a seguir, puedes usar un rociador de mano para ayudarle a limpiarse, o puedes meter a tu peque a la ducha contigo, siempre y cuando tengas una buena alfombra antideslizante colocada.

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