Las parejas han estado luchando contra la infertilidad durante siglos (basta con mirar a las pobres esposas de Enrique VIII), y con el tiempo, diferentes culturas han desarrollado diferentes formas de combatirla, incluso antes de los días de la FIV y el Clomid. Algunos de estos métodos tienen evidencia científica que los respalda y que sugiere que aún pueden ser relevantes en tu propio viaje hacia la concepción, así que ¡pruébalos!
Acupuntura
Dentro de las terapias alternativas de fertilidad, la acupuntura es bastante común. Incluso está cubierta por muchos planes de seguro médico (aunque no necesariamente para el tratamiento de fertilidad en particular, por lo que vale la pena investigar antes de sacar una cita). Se cree que esta antigua práctica china se remonta por lo menos a unos pocos cientos (y probablemente varios miles) de años atrás, y se ha utilizado en los EE.UU. desde mediados del siglo XIX. La teoría básica sobre la acupuntura consiste en insertar agujas delgadas y estériles en diferentes partes del cuerpo para regular los canales de energía que circulan por el cuerpo.
La acupuntura se puede recomendar tanto para la fertilidad masculina como femenina, aunque no se puede utilizar para tratar ciertas afecciones, como la endometriosis. También produce endorfinas beta que ayudan a disminuir el dolor y el estrés, y podría ayudar a regular el flujo de otras hormonas en el cuerpo.
Algunos profesionales médicos sugieren continuar con la acupuntura durante las primeras semanas del embarazo, pero es particularmente importante que la acupuntura durante este período sea realizada por un acupunturista certificado, ya que hay ciertas áreas del cuerpo que deben evitarse en la acupuntura después de la concepción.
Yoga
La mayor parte de la base científica del yoga como auxiliar para la fertilidad se basa en la importancia del alivio del estrés. Cuando el yoga es recomendado para la fertilidad por los profesionales médicos, generalmente es como un tipo de suplemento al tratamiento de fertilidad, o para reemplazar una rutina de ejercicios de mayor impacto como correr, que podría no ser la mejor idea en conjunto con la FIV o con medicamentos para aumentar la fertilidad. Mantenerse en forma es excelente para tu fertilidad, pero algunos tratamientos de fertilidad pueden hacer que el ejercicio de alto impacto sea riesgoso.
Remedios herbales
Lo primero que hay que recordar sobre el uso de suplementos herbales para mejorar la fertilidad es que las cualidades que los hacen útiles también son cualidades que podrían conducir a efectos secundarios si se usan al mismo tiempo que ciertos medicamentos. Debido a esto, debes consultar con tu médico antes de comenzar un régimen herbal para asegurarte de que no interactúe inesperadamente con un medicamento que estés tomando.
La hoja de frambuesa roja, el trébol rojo, la ortiga y el diente de león están entre las hierbas más comúnmente recomendadas para la fertilidad. De los cuatro, la hoja de frambuesa roja, que es alta en calcio, no tiene efectos secundarios o interacciones con medicamentos, pero se sabe que el diente de león interactúa negativamente con varios medicamentos. No se recomienda el uso de la ortiga durante el embarazo porque puede contribuir al aborto espontáneo y puede interactuar con varios medicamentos. Y el trébol rojo no debe usarse con anticoagulantes o por personas a las que se les haya diagnosticado cáncer de mama.
