La diferencia entre una regresión normal y un problema

Pasar de decir «Que grande está el/ella” a «¿Cuándo aprendió a caminar?», Cualquier miembro del club de fans de su niño que no lo ve todos los días, probablemente esté empezando a acostumbrarse a lo rápido que crece, a cuanto crece y cúan imposible es hacerle seguimiento. Pero, ¿Qué sucede cuando el/ella no avanza? Una pequeña regresión puede ser parte normal del desarrollo de un niño, ya que el/ella está aprendiendo a responder ante el estrés, pero en algunos casos, la regresión también puede ser motivo de preocupación.

¿Qué causa la regresión?

Ningún desarrollo de un niño pequeño progresa en línea recta, y para la mayoría de los niños, hay muchos brotes rápidos de crecimiento en el desarrollo seguidos de largos tramos de crecimiento lento y constante. En muchos casos, los niños pequeños tienen momentos de regresión en las habilidades, o han olvidado habilidades que han sido adquiridas recientemente. A menudo, una regresión menor de desarrollo es una respuesta al estrés, que a menudo sucede como una reacción a un gran cambio en la vida de un niño. El cambio que está causando estrés puede ser obvio, como un traslado a una nueva casa, o la llegada de un nuevo hermano, o una enfermedad grave o muerte en la familia, pero también puede ser más sutil, como un nuevo cuidador en su guardería o un cambio en su horario. Una regresión menor puede ser la forma en que un niño pequeño necesite un poco más de su ayuda o apoyo durante un tiempo difícil o estresante. No siempre es fácil identificar la razón de una regresión menor, pero puede ayudar si usted le dice a su hijo que usted nota el cambio por el que está pasando y que está seguro de que el/ella va a ser capaz de dominar nuevamente cualquier habilidad que haya puesto en regresión.

Especialmente cuando los niños son más pequeños, más regresiones a corto plazo o menores pueden ocurrir al mismo tiempo que los niños están dominando grandes nuevas habilidades, como hablar, caminar, o usar el baño. Estas pueden ser una parte totalmente normal del desarrollo, y por lo general no duran mucho tiempo. Para que algo sea considerado como una verdadera regresión, generalmente tiene que ser un hábito nuevo, no un accidente de uno o dos o tres veces. Por otro lado, las regresiones que no son de corta duración podrían ser un signo de estrés importante como una infección, enfermedad o trastorno de desarrollo subyacente, y deben ser evaluadas por un médico tan pronto como sea posible.

Hay cuatro áreas diferentes de desarrollo donde regularmente los niños pequeños pueden experimentar una regresión: En el sueño, comiendo, formando hábitos y en el entrenamiento de cómo usar el orinal.

  • Regresión en el comer o en la alimentación: Las regresiones que tienen que ver con los alimentos pueden adoptar diferentes formas en función de la posición en que se encuentre el niño en términos de desarrollo. La regresión alimentaria a menudo se remonta a la fase inmediatamente anterior a la actual. Esto podría significar querer beber de una botella después de haber cambiado a una taza con cogederas o volver a usar los dedos después de comenzar a usar los utensilios, o esperar a ser alimentado después de iniciar la auto-alimentación, pero también puede significar ser quisquilloso con la comida, o comer solamente ciertos alimentos. Las regresiones de alimentación pueden ser la forma en que un niño desee alcanzar algo reconfortante, o trate de ejercer algún control sobre su entorno.
  • Regresión del sueño: La regresión del sueño es más común en los niños más pequeños, cuyos horarios del sueño son más fluidos a diferencia de cuando crecen. En los niños más pequeños, la regresión del sueño suele estar relacionada con brotes de crecimiento o con aprender grandes habilidades. Sin embargo, en los niños pequeños, la regresión del sueño, o despertarse durante la noche, a menudo es una respuesta al estrés. Un dolor de dentición también puede causar noches de vigilia, aunque sólo debería durar unos días.
  • Entrenamiento para usar el orinal: Este entrenamiento puede ser un proceso largo, por lo que un pequeño paso atrás probablemente no deberá ser considerada una regresión a menos que un niño haya sido entrenado primero para usar el orinal sin ningún accidente durante al menos unos meses. Hasta ese momento, un accidente es generalmente sólo parte del proceso. Un accidente aislado tampoco cuenta como regresión en el entrenamiento para usar el orinal, ya que una regresión es sólo cuando se convierte en un patrón.

Línea de fondo

Aunque es normal que un niño ocasionalmente dé un paso atrás en su desarrollo, es buena idea que los padres sean conscientes de estas regresiones, y de que sí continúan durante demasiado tiempo, o si un niño experimenta algún tipo de regresión a través de diferentes áreas del desarrollo, usted puede hablar con el médico de su hijo sobre esto. Por otro lado, las regresiones mayores en el lenguaje o habilidades sociales nunca son normales y deben ser evaluadas lo antes posible por un pediatra. Estas regresiones podrían ser un signo de un trastorno neurológico o del desarrollo como un trastorno del espectro autista o trastorno generalizado del desarrollo. La evaluación y el apoyo inmediatos son fundamentales, ya que se ha demostrado que mejoran los resultados. En caso de cualquier duda, consulte con el pediatra de su hijo.


Fuentes
  • Christina Montoya Fielder. “When Regression Comes with a New Sibling.” The Mother Company. The Mother Company, September 11 2014. Web.
  • Deb Lonzer. “What to Do When Your Potty-Trained Child Suddenly Isn’t.” Cleveland Clinic. Cleveland Clinic, December 4 2014. Web.
  • “Developmental Delay or Regression.” Children’s Health. Children’s Health, 2016. Web.
  • “Regression.” HealthyChildren. American Academy of Pediatrics, November 21 2015. Web.
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