Animar el juego de pretender

Estás doblando la ropa cuando tu pequeñín pone un calcetín a su oído y dice, «¿hola?» Por supuesto, esto no significa que está confundido acerca de para qué sirve la ropa – más bien, está imitando acciones familiares a medida que comienza a deambular en el mundo de los juegos de pretender. Tal vez te ve hablando por teléfono mientras doblas la ropa, y quiere imaginar que está haciendo lo mismo.

Jugar a pretender, también conocido como juego simbólico o juego dramático, es un hito que los niños pequeños a menudo comienzan a alcanzar alrededor de los 18 meses. Esta forma de juego significa que está usando su imaginación para imitar a los demás y personificar los objetos en su entorno. Los niños de esta edad disfrutarán usando juguetes que se asemejan a los artículos que usan los adultos, como llaves de plástico o teléfonos de juguete. Jugar a pretender es divertido para los adultos e importante para los niños, ya que les anima a usar su imaginación para intentar algo nuevo.

Tipos de juegos imaginativos

Tu pequeñín puede haber empezado a mostrar signos de juego «autopretender», como fingir que come o duerme. El siguiente paso, llamado «fingimiento simple», ocurre cuando realiza acciones en los juguetes o en las personas. Ejemplos de juegos de pretender pueden incluir el dar un biberón a una muñeca, o usar llaves falsas en la puerta. Este tipo de obra muestra que tu chiquitín está observando el mundo a su alrededor y está haciendo las conexiones apropiadas sobre el uso de los objetos cotidianos. Tu chiquitín pretende ser como los adultos que ve actuando lo que hacen a lo largo del día.

La importancia de jugar

Se dice que el juego es el trabajo de los niños, y por una buena razón: es la forma en que aprenden. El juego no solo es divertido para los niños, sino que también despierta su curiosidad y les anima a probar cosas nuevas. Se espera que los niños pequeños sigan muchas reglas a lo largo del día, pero a través de juegos de simulación, tu pequeñín tiene la oportunidad de ser quien sea que quiere.

Aprovechar al máximo el jugar a pretender

  • Evalúa los intereses de tu hijo: Algunos niños disfrutan de su cocina de juego, mientras que otros no se cansan de su mesa de tren, así que empieza con su juguete favorito y sigue desde ahí. Finge que preparas la cena para uno de sus animales de peluche, o llevas a cabo una carrera con sus trenes, y deja que salte para ayudar.
  • Empieza simple: Juguetes que hacen todo el trabajo por tu pequeñín, como un teléfono que hace una llamada con solo tocar un botón, le quita el aspecto de la imaginación. Sigue con los juguetes básicos que le permiten añadir su propio giro sin ser encasillado.
  • Proporciona el ajuste correcto: Tal vez cuando estés leyendo un libro, puedes detenerte para preguntar qué hace el personaje a continuación, o quién podría entrar en la historia en la página siguiente. Toma descansos de la actividad para permitirle a tu pequeñín ofrecer su propia perspicacia creativa, o hazle preguntas sobre las ardillas y los insectos que pasas en tu camino hacia el parque de juegos.
  • Saber cuándo intervenir (o dar un paso atrás): No siempre quieres estar observando desde la línea de banda, pero a veces es mejor dejar que tu pequeñín tome las riendas. Ser testigo de un juego simulado a distancia puede enseñarte sobre sus sentimientos hacia objetos particulares, e incluso entender las formas en que percibe el mundo que le rodea.

Fuentes
  • Miller, Susan A., Ed.D, Ellen Booth Church, and Carla Poole. «Ages & Stages: Imagine & Pretend.» Scholastic. Early Childhood Today, n.d. Web. 02 Jan. 2017.
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