Cuando tu niño pequeño le tiene miedo al médico

El miedo al médico es un problema común, tanto entre los niños pequeños como entre los adultos. Las visitas al médico pueden ser tan infrecuentes que en realidad no tienes que hacer mucho más que apretar los dientes y conseguir que tu niño vaya a la cita médica aún si tiene miedo. Pero por su salud y para su propio estado de ánimo, a menudo es mejor que en algún momento, discutan cualquier temor que tu niño pequeño tenga sobre las visitas al doctor mientras todavía esté joven.

El médico puede dar miedo por varias razones, desde la falta de familiaridad con el entorno, la falta de familiaridad con el médico como persona hasta el dolor que tu niño podría asociar con las visitas. Si tu niño tiene fuertes recuerdos de la última ronda de vacunas, por ejemplo, podría tener un impacto en cómo él vea a su doctor ahora. A veces los padres incluso contribuyen al problema insinuando la idea de que el viaje podría ser aterrador, o poniéndose nerviosos por las reacciones de sus niños pequeños. Para ayudar a tu hijo a pasarlo mejor en el consultorio del doctor, hay algunas cosas que puedes hacer antes, durante y después de la visita.

Antes de la visita

Puedes empezar por preparar a tu niño pequeño para la visita con antelación.

  • Normalizar el consultorio: Cómprale unos cuantos libros infantiles sobre cómo ir al médico, y léeselos de vez en cuando. También puedes comprar un estetoscopio o un kit médico de juguete para que tu niño juegue con ellos, e incluso simular escenas de «ir al médico» con él.
  • Visita con antelación: Si tu niño le tiene un miedo extremo al consultorio del doctor, podrías considerar llevarlo al consultorio con antelación para conseguir que se acostumbre a pasar tiempo en el espacio.
  • Responde a las preguntas de forma honesta pero sencilla: Si tu niño tiene preguntas sobre lo que sucede en el consultorio del médico, respóndelas con palabras adecuadas para niños pequeños y no expliques en exceso tus respuestas, que podrían confundirlo pero tampoco te guardes la verdad. Si le dices que recibir una vacuna «no dolerá ni un poco», o «ni siquiera lo sentirás» puede que esté menos asustado para esta visita, pero en el futuro, tu niño pequeño podría poner menos confianza en tu palabra.
  • Hazle preguntas: Intenta preguntarle qué es lo que piensa de vez en cuando, para ver si está confundido sobre cómo van las cosas normalmente. Si tu niño te dice a qué le tiene miedo, puedes ser capaz de tranquilizarlo de una manera más específica que sólo diciéndole «Todo va a estar bien».
  • Involucra a tu niño: Pregúntale si tiene preguntas para el doctor, y escríbelas para hacerlas cuando ambos estén allí. Cuando sea el momento de ir al consultorio, ten empacados algunos juguetes o libros familiares para jugar.

Durante la visita

Una vez que estén en el consultorio del doctor, hay algunas cosas que pueden hacerlo sentir más cómodo.

  • Tranquilízalo: Muchos niños pequeños tienen miedo de que sus padres se vayan durante la cita. Asegúrate de dejarle claro que estarás en el consultorio todo el tiempo, o incluso mantenlo en tu regazo durante la mayor parte de la visita.
  • Mantenlo distraído: Aquí es donde los juguetes o libros favoritos son útiles.
  • No le mientas ni le quites importancia a ningún miedo: Evita decirle que una inyección no dolerá, o que no tenga miedo. En su lugar, dile que todo lo que está pasando es para mantenerlo saludable, y que pronto terminará.
  • Aclárale que esto no es un castigo: Tu niño pequeño podría pensar que esta visita es un castigo, así que gentilmente asegúrale que él no ha hecho nada malo.

Después de la visita

Puede que recuerdes haber recibido palitos de pretzel o pegatinas después de tus propias citas cuando eras joven, y de esta misma manera, tu niño definitivamente merece una pequeña recompensa por afrontar la cita. El pediatra de tu hijo puede darle esta recompensa, pero si no lo hace, no le hará daño tener algo sabroso o algo brillante escondido en tu bolsillo para ofrecerle al final de la cita. Esto también le dará algo que esperar después de la próxima visita.

Otra cosa a tener en cuenta es cómo se lleva tu niño con el doctor. Obviamente, algunas partes de la visita no serán agradables sin importar quién sea el doctor. Pero si no sientes que el médico se esfuerza por mantenerlo relajado o cómodo, siempre puedes considerar llevarlo a un médico diferente la próxima vez. Una vez que encuentras a alguien que a tu niño le guste, puedes quedarte con él por mucho tiempo.

El resultado final

No importa lo que hagas, probablemente no tendrás a tu niño rogándote que lo lleves a la sala de espera del doctor en tu tiempo libre. Un poco de ansiedad por las visitas al médico es normal, pero puedes ayudarlo a desarrollar una cierta tranquilidad sobre estas visitas, lo que fomentará en tu niño el encargarse de su salud por el resto de su vida.


Fuentes
  • Lisa Esposito. «Qué hacer si su hijo le teme al doctor».USNews.US News and World Report, julio de 2014. Web.
  • Lawrence Kutner. «Si su hijo tiene miedo del doctor».Psicocentral.Central de Psiquiatría, marzo de 2017. Web.
  • «Preparar a su hijo para las visitas al médico».KidsHealth.La Fundación Nemours, 2017. Web.
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