Una buena manera para que los proveedores puedan predecir el riesgo de parto prematuro de una mujer es medir su longitud cervical en el segundo trimestre del embarazo. Normalmente durante el embarazo, el cuello del útero permanece grueso y cerrado hasta las 32-34 semanas, cuando comienza a endurecerse y a ser más corto en preparación para el parto. Sin embargo, las mujeres que han tenido partos prematuros tienden a experimentar un acortamiento de su cuello uterino antes en el embarazo, con una longitud menor de 2,5 cm antes de las 24 semanas. En estos casos, el cuello del útero se acorta demasiado temprano en el embarazo, aumentando la probabilidad de que tenga un parto prematuro. Los proveedores de atención médica pueden usar estas medidas para determinar si una mujer corre el riesgo de entrar en trabajo de parto demasiado pronto y, de ser así, determinar un plan para controlar su embarazo y mantener a su bebé sano.
Factores de riesgo y detección
Ciertos factores de riesgo, como un embarazo múltiple o antecedentes de un parto pre-término aumentan las probabilidades de una mujer en tener partos prematuros. Las mujeres que tienen factores de riesgo como estos se consideran de alto riesgo para el parto prematuro, y es probable que sean examinadas en el segundo trimestre para detectar un cuello uterino corto como un chequeo de rutina.
Pero mientras que los factores de riesgo son importantes, no son un predictor perfecto de si una mujer entrará en trabajo de parto prematuro. De hecho, de acuerdo con la Clínica Mayo, así como estudios de la American Journal of Obstetrics & Gynecology, un gran porcentaje de las mujeres que tienen partos pre-término no tienen antecedentes de parto prematuro. Incluso en embarazos de bajo riesgo, cuando las mujeres no tienen factores de riesgo de parto prematuro, un ultrasonido transvaginal para detectar la longitud cervical puede ayudar a predecir el riesgo de una mujer de parto prematuro. Sin embargo, las mujeres que tienen bajo riesgo de parto prematuro no son examinadas rutinariamente para detectar un cuello uterino corto en sus chequeos a menos que ellas lo soliciten a su proveedor.
Línea de fondo
Medir la longitud cervical entre las semanas 18-24 del embarazo es una forma confiable para los proveedores de atención médica poder determinar el riesgo de una mujer en llevar acabo un parto prematuro. Si su proveedor no le ha tomado ninguna medida cervical todavía, puede ser que valga la pena pedirle una, porque incluso si usted no está en alto riesgo de tener un parto prematuro, podría darle más tranquilidad en su embarazo. Para las mujeres que saben que tienen un cuello uterino corto, su proveedor les ayuda a manejar su embarazo para que su bebé nazca feliz, saludable y puntual.
Fuentes
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