El lado bueno de la fase «es mío».

Cuando se acaban los días en que puedes distraer a tu bebé con algo tonto para que olvide un momento su juguete favorito, puedes sentir que intercambiaron a tu bebé encantador y en su lugar dejaron a este pequeño egoísta. Cuando tu bebé comience a etiquetar todo como suyo, recuerda que se trata de una etapa de desarrollo y no de un reflejo de su personalidad.

Acepta lo absurdo

Una de las mejores maneras de lidiar con lo frustrante que puede ser escuchar la palabra «mío» una y otra vez es encontrar la alegría en ello. Si tu bebé señala tu mano y declara «mía», disfruta de lo ridículo que es eso. Si tu bebé llega a tu plato y declara que los bocados más sabrosos son suyos, tómalo con calma. Tener una mentalidad de disfrute y aprecio por lo que hace tu bebé puede hacer divertido un comportamiento que de otra manera sería molesto.

Su mundo está creciendo

Para poder decir con confianza «mío», tu bebé tiene que ser capaz de entender «yo». ¡Ese es un concepto enorme!

Tener un sentimiento de propiedad sobre las cosas es la forma en que tu bebé practica la independencia y la individualidad. También le da una sensación de comodidad. De la misma manera que, al final de un largo día, todo lo que quieres es meterte a tu propia cama, igualmente, tu bebé tambien siente esa tranquilidad y confort cuando sostiene un juguete que le pertenece.

Tu bebé también sigue tratando de entender la permanencia de los objetos. No está del todo claro en su mente que cuando le quites algo, volverá. Cuando tu bebé se aferra de forma preventiva a algo cuando alguien se acerca, a menudo es una expresión de miedo no sólo de que le quiten el objeto, sino de que no volverá.

Por ahora, tu bebé puede extender su sentido de sí mismo a un objeto que está sosteniendo. Eventualmente podrá hacerlo con objetos que posee y que no están a la vista.

Oportunidades para explorar la posibilidad de compartir

Tu bebé todavía es demasiado pequeño para realmente comprender lo que significa compartir. El tiene un entendimiento de «yo» pero probablemente todavía lucha con el concepto de «tú».

Lo que puedes empezar a hacer ahora es modelar el comportamiento prosocial, que son acciones que ayudan a otros más que a ti mismo. Trata de demostrar cómo compartir, o cómo es que al dar un objeto se hace feliz a otra persona, y enfatiza lo que indica eso.

«¿Viste que Trina sonrió cuando dejaste que tuviera el juguete? ¡Hiciste feliz a Trina!»

Además, recuerda que ser propietario es fácil y compartir es difícil. ¿Qué tan difícil es compartir las cosas? Si un extraño te pidiera prestado tu auto, probablemente dirías que no. Tu bebé no tiene auto, pero puede ser que tenga un auto de juguete y piensa que es igual de importante.

La fase «mía» es dura. Si puedes, encuentra la diversión en ello, y si no puedes, al menos trata de usarla como una oportunidad para enseñar algunos comportamientos sociales realmente poderosos.


Fuentes
  • Nicholas Day. “Stop Telling Your Toddler to Share!” Slate. Slate, May 8 2013. Retrieved June 1 2017. http://www.slate.com/blogs/how_babies_work/2013/05/08/toddlers_learn_sharing_and_cooperation_from_the_environment_not_from_parents.html.
  • Margarita Svetlova, Sara R. Nichols, Celia A Brownell. “Toddlers’ Prosocial Behavior: From Instrumental to Empathic to Altruistic Helping.” Child Development. November-December 2010. 81(6): 1814-1827. Retrieved June 1 2017. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3088085/.
  • Margarita Svetlova, Sara R. Nichols, Celia A Brownell. “To share or not to share: When do toddlers respond to another’s needs.” Infancy. January-February 2009. 14(1): 117-130. Retrieved June 1 2017. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3359011/.
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