¿Mi niño pequeño tendrá miedo o no querrá ir al dentista?

Antes de la primera visita de tu hijo al dentista, todo lo que sabe sobre el arte de la limpieza de dientes es lo que le has dicho. Tu pequeñín no tiene una razón para pensar que una visita al dentista no es más que un divertido rato, y probablemente querrás hacer lo que puedas para que siga siendo así.

Se recomienda que los niños tengan una cita con el dentista antes de su primer cumpleaños, así que es posible que ya hayas introducido tu bebé al dentista. Si no fue perfecto, no te preocupes. Aunque es su primer encuentro, no será un recuerdo duradero. No va a dejar cicatriz de por vida o hacerlo amar u odiar al dentista para siempre; es más bien un componente básico para las visitas futuras inmediatas.

¿Mi hijo va a odiar al dentista?

Prepárate para lo que podría ser la respuesta más fastidiosa a cualquier pregunta sobre la crianza: ¡depende! A algunos niños les encanta ir al dentista. Piensan que los juguetes que suelen estar en la sala de espera son realmente geniales, les gustan los baberos de papel que reciben, y consideran que el cepillo de dientes y la pequeña pasta de dientes que reciben al final son pequeños tesoros realmente geniales. También es más fácil amar al dentista cuando no tienes que someterte a ningún raspado duro ni a discursos sobre el uso del hilo dental, por lo que los niños que disfrutan yendo al dentista son a menudo los niños con los mejores hábitos de cuidado dental. (Tener un padre con una actitud positiva hacia el dentista tampoco hace daño.)

Cuando a los niños no les gusta el dentista, puede ser por varias razones. Las cosas de aspecto médico pueden asustarlos, lo cual es una reacción válida. Los instrumentos que los dentistas usan para limpiar los dientes pueden dar miedo, y estar en un entorno desconocido con luces brillantes y máscaras puede ser abrumador. A un niño también le puede disgustar la sensación de que alguien esté husmeando en su boca o usando un sabor extraño de pasta de dientes. Al final del día, es poco probable que tu peque tendrá una aversión irrazonable hacia el dentista, pero hay cosas que puedes hacer para ser la mejor experiencia posible.

¿Cómo puedo hacer que el dentista sea más divertido?

El primer truco es que las primeras varias visitas de tu chiqutín al dentista probablemente no serán las visitas al dentista que estás acostumbrada a tener. En su lugar, se estructuran para ayudar a tu pequeño a familiarizarse con el dentista, a experimentar estando en el consultorio y a aprender que al final de la visita (probablemente) recibe un regalo genial de una caja de premios. También es útil para el dentista porque puede tener a tu hijo en el archivo en caso de una emergencia dental, y les da los antecedentes si tu familia tiene un historial de problemas dentales como esmalte débil. También te beneficiarás de estas visitas – el dentista puede ayudar a guiarte a través de las mejores estrategias para cepillarle los dientes y mantener la salud dental de tu chiquitín en perfectas condiciones.

Lo que puedes hacer es ayudar a crear energía positiva en tu hogar alrededor del dentista y las citas dentales. Expresa un poco de emoción cuando vayas al dentista para tus citas, y ¡asegúrate de que tu chiquitín sabe que te cepillas los dientes igual que él lo hace! Asegúrate de que los dientes de tu bebé se cepillan al menos una vez al día (la noche es lo mejor si se trata de una sola vez del día) para ayudar a prevenir las caries y, por lo tanto, ayudar a prevenir procedimientos dentales desagradables. Déjale saber a tu pequeñín que estás orgullosa de que es un niño lo suficientemente grande para ir al dentista.

También puedes tratar de crear alguna actividad post-dentista emocionante que sabes que tu peque esta deseoso de hacer después de cada cita. Tal vez toques una canción especial de camino a casa, hacen una excursión al parque o comen un bocadillo especial (¡sin azúcar, acabas de ir al dentista!). ¡El dentista es sólo una parada en una sesión especial de vinculación con tu tesorito!

Y de nuevo, si la primera (o las primeras) cita no van bien, trata de no forzarlo. Tu dentista o pediatra debe ser capaz de hacer una revisión general de los dientes de tu pollito sin ser demasiado invasivos, y puedes tratar de volver para una cita en otro momento si está demasiado asustado. Lo más importante es que facilites a tu bebé al mundo de las citas con el dentista y que estás al día en salud bucal. Y, por supuesto, que estás abasteciéndote de premios geniales de la caja de premios.


Fuentes
  • «Frequently Asked Questions.» America’s Pediatric Dentists. American Academy of Pediatric Dentistry. Accessed June 2, 2017. http://www.aapd.org/resources/frequently_asked_questions/
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