El desarrollo del autocontrol de los niños pequeños

«¿Ya llegamos?» puede ser lo que tu pequeño pregunte durante largos viajes en coche dentro de unos años, pero por ahora, es tu turno de ser impaciente. Tu pequeño está creciendo tan rápido – algunos días puede parecer demasiado rápido – pero todavía hay algunos hitos a los que siempre parece estar acercándose sin llegar a alcanzarlos del todo. ¿Ya está listo para dormir toda la noche? ¿Ya ha dejado de ser un comedor quisquilloso? ¿Ya tiene suficiente autocontrol para no hacer un berrinche si tiene un colapso emocional a mitad de las compras?

Desafortunadamente, la respuesta a la última pregunta probablemente sigue siendo «no», pero ¡pronto! El desarrollo del autocontrol es un viaje largo y en camino desnivelado. Tu pequeño está al volante, pero tiene la suerte de tenerte navegando mientras trabaja en las habilidades que necesitará para convertirse en una persona auto-controlada. Puede que no lo parezca, pero tu pequeño ¡ya está en camino!

Tipos de autocontrol

El autocontrol no es sólo una cosa – hay muchos tipos diferentes de control que caen bajo el paraguas del autocontrol, y los niños pequeños no siempre están listos para abordarlos todos a la vez. Afortunadamente, trabajar en un tipo de autocontrol puede ser útil para comenzar a desarrollar los otros tipos, aunque no sea obvio que estén progresando al principio. Los tipos de autocontrol incluyen:

  • Control del impulso: La investigación demuestra que el control de los impulsos se desarrolla con suficiente fuerza para que los niños se resistan a hacer algo que no se les permite hacer (pero que quieren hacer) hasta los tres y medio o cuatro años de edad. Las investigaciones realizadas por la organización sin fines de lucro Zero to Three y la Fundación Bezos también muestran que más del 50% de padres creen que los niños menores de tres años tienen ese tipo de autocontrol pero deciden no usarlo y 36% de padres creen que los niños menores de dos años tienen ese autocontrol. El problema con los niños es que son muy brillantes y muy avanzados comparados con ellos mismos cuando eran más pequeños, pero su desarrollo cerebral es todavía inmaduro en muchos aspectos, los cuales no son obvios o claros para los adultos cercanos a ellos. En este punto, la mejor manera de prevenir que tu pequeño haga cosas que no le permites hacer es no darle la oportunidad, o distraerlo. Sigue siendo una buena idea dejarle saber cuáles son las reglas. Es igual de importante reconocer que puede conocerlas, pero aún así no puede evitar ignorarlas por un poco más de tiempo.
  • Control emocional: El estudio de Zero to Three y la Fundación Bezos también encontró que muchos padres creían que los niños menores de dos años, o incluso menores de un año, tenían un control emocional lo suficientemente fuerte como para evitar hacer berrinches si querían, aunque la investigación también sugiere que el control emocional hasta este grado sólo se desarrolla realmente entre los tres y medio y los cuatro años. Puedes ayudarlo a empezar a trabajar en el control emocional mientras se acerca a su tercer cumpleaños introduciendo pausas de aislamiento durante las rabietas (sin límite de tiempo establecido, pero que terminan cuando se calme). Esto introducirá la idea de tomar un poco de tiempo para irse aparte y expresar sus sentimientos en lugar de atacar, y también recompensarle por calmarse de una manera que fomenta un mejor control emocional.
  • Control del movimiento: Los niños que todavía están desarrollando el control de sus movimientos tienden a ponerse nerviosos cuando se espera que se queden quietos, tienen problemas con actividades como la hora de los cuentos o la hora de los círculos en el preescolar, tienen problemas para turnarse, o interrumpen cuando otros están jugando o teniendo una conversación. El control del movimiento también tiende a desarrollarse por sí mismo y bajo su propia línea de tiempo, pero al igual que con el control de los impulsos, es útil que los niños pequeños empiecen a aprender cuáles son las reglas, incluso si todavía no son capaces de seguirlas. Puedes ayudarle a practicar la toma de turnos con juegos cooperativos en los que cada uno necesita tomar su turno, como el pase, o, cuando sea un poco mayor, juegos de mesa.

El autocontrol es, en el fondo, una habilidad social. Esto significa que, a medida que el pequeño crece, el desarrollo del autocontrol va a ser una parte importante de cómo le va en la escuela y cómo hace amigos. Puede que no aprecie cuando le pidas practicar su autocontrol, pero en poco tiempo va a necesitarlo y, si la práctica no lo hace perfecto, al menos lo hace permanente.


Fuentes
  • Claire Lerner, Rebecca Parlakian. “Toddlers and Self-Control: A Survival Guide for Parents.” PBS Parents. PBS. Retrieved July 20 2017. http://www.pbs.org/parents/expert-tips-advice/2016/10/toddlers-self-control-survival-guide-parents/.
  • Amanda R. Tarullo, Jelena Obradovic, Megan R. Gunnar. “Self-Control and the Developing Brain.” Zero to Three. ZERO TO THREE, 2009. Retrieved July 20 2017. https://web.stanford.edu/group/sparklab/pdf/Tarullo,%20Obradovic,%20Gunnar%20(2009,%200-3)%20Self-Control%20and%20the%20Developing%20Brain.pdf.
  • W. Douglas Tynan. “Teaching Your Child Self-Control.” KidsHealth. The Nemours Foundation, January 2015. Retrieved July 20 2017. http://kidshealth.org/en/parents/self-control.html#.
  • Lexi Walters Wright. “The Importance of Self-Control for Kids with Learning and Attention Issues.” Understood. Understood.org. Retrieved July 20 2017. https://www.understood.org/en/friends-feelings/common-challenges/self-control/the-importance-of-self-control-for-kids-with-learning-and-attention-issues.
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