Se requiere de toda una aldea para manejar la salud mental

Puede que los seres humanos no corran en manadas como los lobos, pero como el primo salvaje del mejor amigo del ser humano, somos animales sociales. Eso suele ser en particular cierto que cuando estamos pasando por un momento difícil.

El embarazo puede ser un gran momento para llegar a los miembros de tu comunidad, personas que puedes querer tener a tu lado durante esta próxima fase de tu vida, y para solidificar los lazos con las personas que ya forman parte de tu sistema de apoyo.

El apoyo social es un componente importante de una salud mental sólida, y tener un sistema de apoyo sólido puede ser una gran manera de asegurarse de que tienes el apoyo que necesitas y mereces durante los inevitables altibajos del embarazo y la crianza.

No tiene que parecerse a lo que esperas

Hay muchas expectativas en torno a quiénes conforman el sistema de apoyo, tanto para la salud mental como para la maternidad. Tu sistema de apoyo debe incluir a las personas que tú quieres tener para apoyarte, no a las personas que otros podrían esperar.

Tal vez es el hecho de que la persona que normalmente cae en la categoría de mejor amigo para ti, es un poco nerviosa como para ser alguien que te brinde calma en este momento. Tal vez tu suegra vaya a ser una gran abuela, pero no has superado el punto de «ser solo amigable» con ella, por lo que no te sientes muy cómoda apoyándote en ella durante los momentos de depresión o incertidumbre. Buscar apoyo para la salud mental puede ser bastante difícil, así que pídelo a las personas en las que confías y con las que te sientes comodidad, incluso si no son la opción convencional.

El hecho de no pedirle apoyo a alguien no significa que esa persona no sea importante para ti. La vida está llena de situaciones únicas, y tú estás trabajando en la solución correcta para ti cuando se trata de esta en particular.

Sé específica

Pedir ayuda es difícil y tratar de articular qué tipo de ayuda necesitas puede ser aún más complicado. Incluso las personas que te conocen mejor no pueden leer tu mente, así que algunas indicaciones tuyas sobre cómo ayudar pueden facilitar el trabajo de todos. Si estás pasando por un momento difícil, y crees que el hecho de acudir a un apoyo cercano puede ayudarte a sentirte mejor, sentarte a hacer una breve lista de lo que podría ayudarte exactamente puede orientar a las personas que te rodean sobre la mejor forma de apoyarte.

Cualquier cosa desde un «por favor no me preguntes acerca de» cierto tema porque «te diré cuando esté lista», hasta lo más específico, «necesito tomar un descanso de cocinar en la noche hasta que las cosas se calmen en el trabajo» es válido. Si no sabes lo que necesitas, incluso decir eso y reconocer que estás teniendo dificultades puede abrir líneas de comunicación y apoyo.

Dar un poco para recibir un poco

El sistema de apoyo más fuerte es el que se apoya de forma mutua. Esto puede ser difícil en momentos en que tú eres la persona que necesita ayuda, pero es importante recordar que al ser vulnerable, estás ofreciendo a tus amigos, familia y otros la oportunidad de sentirse más abiertos a compartir sus propias vulnerabilidades o inseguridades contigo.

Todo el mundo necesita apoyo en algún momento. Puede ser difícil abrirse a un amigo que parece estar al tanto de todo, incluso cuando tu vida está llena de desafíos y cambios. Hay una buena posibilidad de que ellos también estén luchando con algo y no lo demuestren. Si compartes algunos de tus problemas con ellos, ellos pueden abrirse a sus propias luchas. Escuchar de manera activa lo que sucede en la vida de las personas de tu red de apoyo, y hacer lo mejor que puedas para ofrecer el tipo de apoyo que necesitan, te ayuda a tomar parte activa en el mantenimiento y desarrollo de esa relación.

Piensa fuera de la caja

Tu sistema de apoyo puede incluir a personas fuera de sus círculos actuales. Para empezar, dependiendo de por qué o cómo empiezas a sentirte abrumada, hablar con un terapeuta o probar un grupo de apoyo puede ser en realidad útil. Los grupos organizados pueden ser una gran manera de empezar, en particular si no estás segura de cómo sacar el tema con las personas ya en tu vida. Considera también otros grupos como el de parto, lactancia o clases de crianza. Buscar ayuda profesional o asistencia de compañeros puede hacer que cualquier cosa con la que te enfrentes sea más real, y a veces eso es exactamente lo que necesitas.

No tienes que hablar con todos en tu vida sobre todo lo que te pasa. Tal vez identifica a una amistad casual que pueda ayudarte más en este momento. Abrirse podría ayudarte a convertir esa amistad casual en una más seria. Si te sientes un poco más cautelosa, puedes preguntarle a esa amistad casual si tiene la disponibilidad de compartir el auto para llevar a tu pequeñín a la clase de baile, o puedes preguntarle a tu hermana si no le importaría tomar la batuta en la planificación del próximo evento familiar. No necesitas explicar todo lo que te pasa. En cambio, puedes intentar pedir ayuda donde la necesites o donde te sea más útil en este momento, y ver qué sucede.


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Fuentes
  • “For friends and family members.” MentalHealth.gov. U.S. Department of Health and Human Services, September 26 2017. Retrieved June 18 2018. https://www.mentalhealth.gov/talk/friends-family-members.
  • “What is postpartum depression?” American Psychiatric Association. American Psychiatric Association, March 2017. Retrieved June 18 2018. https://www.psychiatry.org/patients-families/postpartum-depression/what-is-postpartum-depression.
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