La idea de obtener una evaluación de Intervención Temprana para tu hijo puede ser intimidante, especialmente porque es tan pequeño. No obstante, la Intervención Temprana existe para servir a los niños menores de tres años por una razón – para los niños que pueden usar IT, comenzar temprano puede llevar a mejores resultados. Y para los niños que no califican para IT porque no necesitan esa ayuda, pasar una tarde (o una mañana o noche) en una evaluación que en la mayoría de los casos es solo jugar en un ambiente familiar apenas van a notar.
Antes
No es necesario tener una referencia médica para la Intervención Temprana, pero puede ser útil hablar sobre tus preocupaciones con alguien con antecedentes médicos que esté familiarizado con tu hijo, como por ejemplo su pediatra, antes de dar ese paso, especialmente si ya tienes una relación sólida con ellos. Cuando hagas una cita con los especialistas de Intervención Temprana, ellos trabajarán contigo para determinar el ambiente y la hora del día que mejor funcionará para la evaluación de tu hijo, y le mostrarán a los especialistas de IT qué es lo que te preocupa.
Esto podría significar una evaluación en tu casa, en el centro de cuidado infantil de tu hijo, en un parque local o en cualquier otro lugar donde tu pequeñín se sienta cómodo. Podría significar tomar en cuenta el horario de la siesta para asegurarse de que esté en su mejor momento, o esperar hasta después que haya tenido su almuerzo para reducir la irritabilidad.
Cuando estés programando una cita de Intervención Temprana, también hablarán sobre cómo le está yendo a tu hijo y qué es lo que específicamente te preocupa. Esto le dará a los coordinadores de Intervención Temprana una mejor idea de qué tipo de expertos enviar a la evaluación de tu hijo.
Evaluación
Cuando llegue el día de la evaluación, puedes esperar ver a dos o más profesionales de Intervención Temprana. Habrá un experto para hacer una evaluación general, y luego otro para cada área de desarrollo de preocupación para tí o al médico de tu hijo. Ambos probablemente comenzarán la evaluación hablando contigo, y luego, cuando llegue el momento de que interactúen con tu hijo, pueden optar por interactuar con tu chiquitín juntos o por separado.
La manera en que estos profesionales interactúan con tu hijo dependerá de su edad, y también puede depender de para qué se están evaluando. Probablemente jugarán con tu hijo, lo involucrarán en cualquier actividad que se sienta atraído e introduciirán nuevas actividades que les ayudará a determinar dónde puede estar luchando tu hijo.
Tu parte en este proceso es importante. Tanto tú como los profesionales que evalúan el comportamiento y las actividades de tu pequeñín tienen sus puntos fuertes. Sus fortalezas son su experiencia en el desarrollo infantil en general, y en ciertos temas en particular, pero tú eres la persona en el salón que es un experto en tu hijo. Pueden observar la manera en que tu pequeñín actúa y sacan sus conclusiones de lo que eso podría significar, pero tú eres quien sabe si es así como normalmente actúa, y cómo encaja esto en el patrón de las otras cosas que hace cuando estos observadores no están cerca. Tú también estás ahí para ayudar a tu hijo a sentirse más cómodo y para tranquilizarlo en presencia de estas personas desconocidas. También puedes guiar a tu hijo hacia actividades que muestren lo que te ha preocupado, o actividades que muestren sus fortalezas.
Después
Te reunirás con representantes de Intervención Temprana para repasar los resultados de la evaluación, y así podrás aclarar y hacer preguntas. A partir de ahí, pueden ofrecerte recomendaciones para servicios, terapias o pruebas adicionales. Puedes acceder a los servicios que recomiendan a través del programa de Intervención Temprana, o pueden hacer recomendaciones para visitas con especialistas.
