Estrategias de intervención para el TEA

Una de las principales maneras en que los padres y los médicos actúan en un diagnóstico de TEA es tratar de encontrar las estrategias de intervención, terapias o servicios que ayudarán a los niños a crecer, desarrollar y prosperar. Hay una variedad de diferentes tipos de tratamiento que se utilizan para tratar de responder a los desafíos que enfrentan los niños con TEA, y como no hay dos niños iguales, puede tomar a las familias unos cuantos intentos para encontrar el tipo de intervención y el equipo de profesionales que mejor se adapten a cada niño en particular.

Más que eso, las necesidades de un niño pueden cambiar con el tiempo – si tiene retrasos en la comunicación, un primer paso importante es siempre encontrar una buena manera de comunicarse, ya sea que eso signifique comunicación verbal o no. A partir de ahí, una vez que los niños puedan expresar mejor sus necesidades y deseos, puede ser un buen momento para reevaluar los objetivos que los padres, cuidadores y médicos han fijado para ellos, en base a lo que muestra esta nueva comunicación. Al igual que todos los niños, los niños con TEA siempre están creciendo y cambiando, y los servicios que podrían o no necesitar acceder, y las habilidades que podrían necesitar aprender, siempre estarán creciendo con ellos.

Terapia ocupacional

La terapia ocupacional es un término general para el tipo de terapia que se diseña en torno a la enseñanza de las actividades diarias, y la enseñar a través de actividades comunes. La Intervención Temprana está diseñada para ayudar a evaluar qué niños pequeños -hasta los 3 años de edad- pueden beneficiarse de la terapia ocupacional de varios tipos. La terapia ocupacional para niños pequeños está diseñada para ayudarles a desarrollar las habilidades que necesitarán para participar en ocupaciones como socializar con otros niños, jugar, alimentarse y, eventualmente, ir a la escuela. Los terapeutas ocupacionales también ayudan con la práctica de las habilidades motoras finas, las habilidades de regulación incluyendo la atención y el control de los impulsos y el procesamiento sensorial.

DIR/Floortime

El modelo de intervención DIR/Floortime (por sus nombre en inglés, modelo basado en el desarrollo, la diferenciación individual y las relaciones, cuyo componente principal se denomina «juego circular») para el TEA es un modelo guiado por un niño en el que un adulto se tira al suelo con el niño, observa la manera en que juega, se involucra con el pequeño y trabaja en la enseñanza de habilidades a través de las actividades en que ya tiene interés. Juego circular afirma que al hacer conexiones emocionales, los padres y profesionales pueden ayudar a los niños pequeños con TEA a cerrar la brecha en las relaciones sociales, y ayudar a promover el pensamiento abstracto.

Juego circular es una estrategia más nueva y menos establecida para el tratamiento del TEA que otras, pero los estudios y opiniones profesionales que existen la consideran prometedora. Los padres pueden desempeñar un papel importante en el juego circular, y puede costar menos.

Análisis de Comportamiento Aplicado (ABA, como se conoce por sus siglas en inglés)

Hay muchos tipos diferentes de terapias que pueden ser descritas bajo el término general ABA. Algunos de ellos son más controversiales que otros, pero como regla general, el ABA es la estrategia más ampliamente aceptada en la comunidad médica. Se basa en la idea de dividir las conductas en conductas «deseadas» y «no deseadas», y luego reforzar positivamente las conductas deseadas. Estas conductas deseadas se utilizan como pasos hacia la formación de ciertas habilidades para alcanzar las metas que el profesional de ABA ha fijado. En su forma original, el ABA también castiga las conductas no deseadas, aunque hoy en día, muchos profesionales se oponen al modelo de castigo, y el modelo de refuerzo positivo es el más común.

Tal como se practica actualmente, para muchos niños, el ABA puede ser más útil como un programa que examina específicamente las habilidades que un niño pequeño encontrará más útiles a medida que comienza a moverse por el mundo, y construye un programa en torno a la división de esas habilidades en pequeñas partes que pueden ser más fáciles de aprender. En general, la ABA está aprobada para el tratamiento de una amplia gama de diferentes tipos de TEA.

Los programas que parecen seguir la misma o similar estructura para cada niño bajo su cuidado en lugar de establecer metas que están diseñadas específicamente en torno a las necesidades de cada niño individual tienden a ser menos útiles para los niños pequeños que están diseñados para tratar, y pueden ser angustiantes y desagradables para sus pacientes jóvenes. En cambio, los programas que pueden ser más útiles incluyen programas que utilizan el ABA para desarrollar nuevas habilidades y para reemplazar comportamientos que pueden ser inútiles o peligrosos para los niños pequeños con alternativas funcionales.

Los programas útiles pueden no tratar de disminuir los comportamientos que son signos más visibles de TEA (incluyendo una disminución de la «autoestimulación» no dañina – acciones físicas repetidas y autocalmantes como mecerse o mover las manos), pero pueden trabajar en cambio para ayudar a los niños pequeños a reemplazar estos comportamientos con otras opciones que ofrezcan la misma satisfacción sensorial pero que puedan ser más fácilmente incorporadas a la vida diaria.

Patólogo del habla y lenguaje

Uno de los grandes retos que muchos niños con TEA enfrentan es encontrar maneras de hacerse entender. Algunos niños autistas permanecen no verbales a medida que crecen, mientras que otros tardan más en aprender y se sienten más cómodos con el lenguaje hablado que sus compañeros. Los niños que están especialmente retrasados verbalmente pueden beneficiarse de trabajar con un patólogo del habla y el lenguaje, quien podrá evaluar la raíz específica del retraso verbal y ayudar a trabajar en ello. Los patólogos del habla y el lenguaje también pueden ayudar a los niños con retrasos profundos del lenguaje a encontrar formas alternativas de comunicación. La intervención temprana puede ayudar a las familias a conectarse con los patólogos del habla y el lenguaje.

A medida que los niños pequeños crecen, sus necesidades crecen con ellos, y tener información sobre una amplia gama de diferentes tipos de terapias e intervenciones puede ayudar a los padres a estar atentos a las maneras de ajustar las rutinas de sus hijos a medida que sus necesidades cambian.

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