Procesamiento sensorial en niños con TEA

¿Tu hijo actúa como si los ruidos fuertes fueran lo peor que le ha pasado? ¿Cómo la etiqueta en la parte de atrás de su camisa hace que esa camisa sea inutilizable? O es casi lo contrario – ¿tu hijo no parece sentir dolor, aún cuando sentir dolor lo puede ralentizar cuando está herido y tiene que ir más despacio?

¿Qué son los problemas de procesamiento sensorial?

Muchos niños con TEA también tienen problemas o preocupaciones con el procesamiento sensorial. Las investigaciones sugieren que los problemas de procesamiento sensorial no son parte del autismo, sino una cuestión separada, pero son comunes en los niños que tienen trastornos neurológicos, incluyendo TEA, dislexia, síndrome de Tourette, esclerosis múltiple y otros.

Los problemas de procesamiento sensorial ocurren cuando el cerebro tiene problemas para procesar toda la información que recibe. La mayoría de las veces, la mayoría de las personas reciben información diferente de cada uno de sus cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. La habilidad de absorber estas entradas de información, averiguar si son importantes y luego filtrarlas del pensamiento consciente si no lo son, es lo que le da al cerebro la habilidad de concentrarse. Los niños con problemas de procesamiento sensorial pueden tener más dificultades para filtrar las incomodidades, o pueden «escuchar» ciertas sensaciones mucho más fuertes que otras personas.

¿Qué puedo hacer al respecto?

Los terapeutas ocupacionales son las personas que más comúnmente diagnostican problemas de procesamiento sensorial y que pueden tener la mejor idea de cómo ayudar a tu hijo a manejarlos. No existe una «cura» para los problemas de procesamiento sensorial, pero las terapias y actividades llamadas integración sensorial pueden ayudar a los niños pequeños a aprender a manejar las sensibilidades o los problemas que vienen con los problemas de procesamiento sensorial. Muchos niños pequeños superan los problemas de procesamiento sensorial, mientras que muchos otros aprenden a manejarlos mejor con la ayuda de terapeutas ocupacionales.

Si no están interfiriendo en la vida diaria, los problemas de procesamiento sensorial pueden ser más bien algo de tener en cuenta, y no una cuestión de la que se tiene que hacer algo. Estar al tanto de los problemas sensoriales de los niños pequeños puede hacer que sea más fácil averiguar cómo brindarles dietas equilibradas, cómo encontrar ropa cómoda que no se arranquen en la primera oportunidad y cómo evitar que los ruidos fuertes e inesperados provoquen una crisis.

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