Recortes de precios antes del bebé

Preocuparse por el dinero es uno de los pasa tiempos favoritos de los nuevos padres, y es totalmente justificado. Tu bebé puede ser una especie de proyecto de bricolaje, pero los accesorios que van con tu bolita de amor seguro que no lo son.

Aún así, hay numerosas maneras de reducir los costos a medida que preparas tu casa y tu vida para tu chiquitín y los nuevos padres ahorrativos pueden darse el regalo de menos preocupaciones financieras.

La paciencia es una virtud

La anidación durante el embarazo es prácticamente un rito, por lo que esperar a salir y equipar el cuarto del bebé es su propio tipo de sacrificio, pero los padres que esperan pueden definitivamente ahorrar algo de dinero.

En primer lugar, no compres nada antes del «baby shower» – claro, es improbable que alguien saldrá y te comprará una cuna, pero nunca se sabe, y definitivamente no lo harán si le dices a todo el mundo que ya la tienes comprada. Algunos padres que se preocupan por los artículos más grandes, como la cuna, crean lista de regalos que permite a los invitados del «baby shower» contribuir a los gastos mayores, en lugar de comprar regalos individuales.

De hecho, si estás pensando en compartir habitación un tiempo después que nazca tu frijolio no hay prisa por conseguir una cuna – un moisés probablemente será un mejor uso del espacio en tu dormitorio. Sin embargo, comprueba el límite de peso antes de elegir un moisés, ya que algunos sólo se pueden utilizar durante un breve periodo de tiempo de la vida del bebé.

Pero mientras que el arreglo del cuarto del bebé puede ser una fase importante de transición en la que los padres se preparan para ser padres, cuando el bebé viene no va a ser capaz de notar mucha diferencia. Tu chiquito no empezará a ver los colores hasta que tenga alrededor de cuatro o cinco meses de edad, y puede estar más interesado en el ventilador de techo que en el móvil de bebé.

Especialmente si estás planeando compartir habitación con tu bebé por un tiempo, postergar la redecoración de cualquier cuarto de niños puede ser un verdadero regalo para su presupuesto. En vez de eso, puedes prepararte para tu pequeñín armando un albúm de bebé, protegiendo tu casa de los peligros para tu frijolito, o zambulléndote en la sección de libros para padres de la biblioteca.

De la misma manera que tu tesorito puede dejar un moisés antes de que te des cuenta, si te pasas de la raya con la ropa del tamaño de un recién nacido, puede dejar la ropita antes de que tenga chance de usarla toda. De hecho, si tu chiquitín no nace hasta después de la fecha prevista de parto, podría ser lo suficientemente grande al nacer como para estar casi creciendo fuera del tamaño de un recién nacido.

Del mismo modo, es una buena idea no comprar incluso las tallas más grandes de ropa de temporada – tu no sabes lo grande que va a ser el bebé para cuando llegue la temporada de trajes de baño o trajes de nieve, y esos artículos no se prestan bien para otras épocas del año.

Reducir, reutilizar y reciclar

Un pequeño secreto de crianza que algunos padres no aprenden hasta que sus bebés empiezan a dejar atrás la infancia es que muchas cosas de bebé son simplemente…cosas normales. Cosas normales con ‘bebé’ en el nombre.

Por ejemplo, el bolso para pañales. Es cierto que la bolsa de bebé puede ser el mejor amigo de los padres de un bebé, pero eso no es por la bolsa, es por lo que hay en ella. La bolsa en sí no tiene que ser más que una bolsa lo suficientemente grande como para contener lo que necesitas, con cremalleras cerradas y correas razonablemente cómodas. Podrías tener uno en tu armario ahora mismo.

Debido a que los bebés crecen tan rápido, los padres a menudo terminan con una reserva de ropa de bebé, mucha de las cual apenas se han usado. Si tienes amigos o familiares que tienen hijos un poco mayores que los tuyos, mira si puedes ponerte en su lista de segunda mano.

Si no, recuerda, esto significa que muchas de las prendas de bebé que terminan en tiendas de segunda mano o de consignación tampoco han visto mucho desgaste, y pueden ser una gran alternativa a la compra de ropa nueva.

Otras cosas para probar

Aprovecha al máximo los beneficios disponibles a través de tu empleador o seguro médico. Por ejemplo, es muy probable que tu sacaleche esté cubierto por tu seguro médico.

También hay algunos artículos que pueden estar en tu lista para «comprar» que, en lugar de buscar ofertas de productos de segunda mano, probablemente podrías omitir por completo. La ropa de cama de cuna es un buen ejemplo – se aconseja a los padres no usar ropa de cama de cuna porque tener almohadas y mantas, así como protectores de cuna y juguetes suaves en la cama con los bebés puede aumentar el riesgo de SMSL. En su lugar, busca sábanas de cuna individuales y ajustadas, ya que serán toda la ropa de cama que necesitarás por un tiempo.

Otras opciones posibles de ‘omitir’ incluyen una mesa para cambiar pañales -la parte superior de un tocador o escritorio con una almohadilla para cambiar pañales funciona igual de bien- y un calentador de toallitas húmedas, que puede o no ser algo que a tu pequeñín ni siquiera le importe.
 
Si tu bebé es especialmente sensible a la temperatura, o la habitación en la que se guardan las toallitas húmedas es particularmente fría, calentar las toallitas húmedas en tu mano por un momento puede que no sea suficiente, pero hay una buena posibilidad de que este sea un aparato del que puedas prescindir.
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