Young adult expectant mother is discussing her pregnancy with a midwife during a support group meeting or childbirth class.

Hablando con tu proveedor de salud

Tu ginecólogo o partera está ahí para apoyarte durante todo el embarazo. Las visitas no deben ser nunca un simple trámite: aprovecha el tiempo que pasas con tu médico para hacer cualquier pregunta que tengas, aclarar los planes de tratamiento y asegurarte de que se responden tus dudas. Tienes derecho a participar y estar informada en la toma de decisiones sobre tu cuerpo y tu embarazo. A continuación te explicamos cómo aprovechar al máximo el tiempo que pasas con tu médico.

Elegir a un proveedor

El establecimiento de una relación positiva entre paciente y proveedor comienza con la elección del proveedor adecuado para ti y tus necesidades. También puedes añadir a tu equipo de cuidados una doula que forme parte de tu sistema de apoyo continuo o una partera que adopte un enfoque holístico del cuidado de tu embarazo. Asegúrate de que te sientes bien comunicándote abiertamente con tu equipo de atención médica. Además, infórmate sobre la política del consultorio de tu médico para saber si puedes llevar a alguien a tus consultas que te ayude a abogar por tus intereses. 

Haz muchas preguntas

Tu proveedor es quien tiene la competencia experta en materia de salud, pero tú eres quien conoce mejor tu cuerpo y tus necesidades. Siempre que no tengas claro los siguientes pasos o una recomendación de tratamiento, haz preguntas aclaratorias hasta que entiendas el plan. Puede ser útil llevar una nota en el teléfono con las preguntas que surjan entre las citas. 

Puede que quieras hacer preguntas como:

  • ¿Me puede hablar de su enfoque a los cuidados de maternidad y perinatales?
  • ¿Cuál es el objetivo que queremos alcanzar?
  • ¿Cuáles son mis opciones?
  • ¿Por qué recomienda este tratamiento en lugar de otras alternativas?
  • ¿Qué efectos secundarios podría experimentar?
  • ¿A qué signos y síntomas debo prestar atención?

Mantente en control

Hacia el principio de tus cuidados prenatales, déjale claro a tu proveedor cuáles son tus objetivos para el embarazo y el parto y comparte tus valores en relación con los cuidados y con el crecimiento de tu familia. Así podrás evaluar si el enfoque de tu proveedor está en línea con tus objetivos y valores. Recuerda que siempre puedes decir que no o pedir una segunda opinión. No necesitas el permiso de tu proveedor para obtener una segunda opinión; siempre puedes acudir a otra clínica u hospital, con o sin su participación. Si hay algo que no te parece bien o te incomoda algo de tu plan de tratamiento, enfócate en obtener las respuestas que necesitas para encontrar un camino a seguir.

Si llevas a una amistad, a un familiar o a una doula a tus consultas, pueden ayudarte a abogar por ti y por tu nivel de comodidad. Incluso si decides ir sola, piensa en cómo vas a defenderte: tu opinión es la más importante cuando se trata de tu atención.


Fuentes 

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