Intentar embarazarte puede provocar muchos sentimientos. Puede que sientas emoción, miedos, nervios, inseguridad, o una combinación. Y, si en la actualidad estás tieniendo dificultad con o te recuperas de un trastorno alimentario, o has experimentado uno en el pasado, los desafíos de esta experiencia pueden sentirse amplificados. Esto es del todo comprensible. Lo mejor que puedes hacer es encontrar un equipo de atención que te apoye y sea de confianza para guiarte.
Luego, intenta hacerte algunas de las siguientes preguntas. Es probable que tus respuestas varíen en función del día, de tu estado de ánimo y/o de cualquier otro acontecimiento de la vida que surja, y eso está bien. La idea es seguir explorando hasta que encuentres algo que te sienta bien.
¿Cuáles son los hechos?
Aunque los trastornos de la alimentación afectan de forma negativa a la fertilidad, tener uno no impide necesariamente embarazarte. Por lo tanto, ser consciente de que aún puedes embarazarte es importante a la hora de considerar cuando vayas a tratar de concebir. Lo mejor para ti (y para tu futuro bebé) es que recibas tratamiento para cualquier trastorno alimentario antes de embarazarte. Un profesional de la salud de confianza puede ayudarte a identificar tus mayores retos y a elaborar un plan para apoyarte mientras te preparas para intentar concebir. Algunos de los temas que tú y tu proveedor pueden discutir son la salud mental, la imagen corporal, la nutrición y el ejercicio.
¿Qué necesito?
A menudo, las personas que han sufrido trastornos alimentarios tienen ciertos desencadenantes. Estos pueden ser emocionales, mentales y/o físicos. Es posible que ya sepas cómo son estos desencadenantes para ti. Si no es así, puede ser útil identificarlos. A continuación, puedes considerar lo que te ha ayudado a evitar los desencadenantes o a enfrentarte a ellos en el pasado. También puedes considerar actividades que te resulten reconfortantes y tranquilizadoras. Si no se te ocurre nada, consulta la lista de comprobación de autocuidado diario de Ovia en tu aplicación. Algunas ideas pueden ser encontrar formas de recargar y meditar.
¿Quién puede ayudarme?
Dado que intentar concebir puede ser un factor desencadenante para quienes padecen o han padecido trastornos alimentarios, es en particular útil reunir una red de apoyo que pueda ayudarte en el camino. Este grupo puede estar formado por cualquier persona que te haga sentir segura y cómoda al expresar tus pensamientos, miedos y preocupaciones. También es importante involucrar a los profesionales si todavía estás en el camino de la recuperación. Algunos miembros del equipo de cuidado pueden ser un dietista, un terapeuta y un médico de confianza.
¿Cuál es la conclusión sobre los trastornos alimentarios y la fertilidad?
Intenta recordar que los obstáculos relacionados con los trastornos alimentarios y tu fertilidad no son culpa tuya. Pero conseguir ayuda es imprescindible para tu recuperación y tu salud. Recuerda también que cada persona es diferente, requiere cuidados únicos y quizá pueda superar estos retos con apoyo.
Revisado por el equipo clínico de Ovia Health
