Cuando vas a una cita con un proveedor de atención médica, es de esperar que trabajes con alguien que escuche tus preocupaciones, oiga tus deseos, te explique con claridad tus circunstancias y opciones de cuidado, y te trate con tacto y respeto. Lo ideal es que trabajes con un proveedor con el que te sientas confortable hablando con sinceridad. Sin embargo, es normal que hablar con un proveedor de atención médica de esta manera sea un reto, y por muchas razones: puede que te sientas reacio a que te vean como una molestia, que te avergüence hablar, o que sientas frustración o enfado si crees que te están desestimando. Todo esto puede ser aún más difícil si estás enferma, y puede obstaculizar tu defensa del tipo de cuidado que quieres, necesitas y mereces. Llevar a una persona de apoyo contigo cuando estés recibiendo cuidados puede ser de ayuda.
Por qué es importante ser defensora de tu cuidado médico
Has pasado toda la vida en tu cuerpo: sabes lo que es normal para ti, lo que no lo es, tu historial de salud y tus preferencias de cuidado. Tu proveedor de atención médica puede ser un experto en su campo, pero no puede conocer estos detalles que son una parte muy importante del panorama cuando se trata de tu salud. Por ello, es fundamental que tomes un papel activo en tu cuidado, en lugar de dejar que tu atención médica sea algo que te pase a ti. Esto significa ser honesta con respecto a tus deseos y necesidades particulares (y asegurarte de que tu proveedor te escuche), confirmando que entiendes muy bien toda la información que te están compartiendo (y si no, que hagas preguntas y aclare tus dudas), y que estás del todo de acuerdo con cualquier plan de cuidado. La comunicación transparente no solo te proporciona una mejor experiencia en salud, sino que también te ayuda a mantenerte segura.
Cómo ayuda una persona de apoyo
La unión hace la fuerza y una persona de apoyo, ya sea una pareja, una amistad o un familiar, puede ayudarte a defender tu propia atención de salud estando presente para respaldarte cuando manifiestes tus deseos. Pueden estar ahí para darte apoyo emocional, para tomar notas, para ayudarte a hacer preguntas y para asegurarte de que escuchan tus deseos y satisfacen tus necesidades: todo lo que necesitas para sentir un mayor apoyo. Por ello, puede ser útil que la persona de apoyo sepa antes de la cita qué es lo que más te conviene.
¿Quién puede servir como persona de apoyo?
Cualquier persona en la que confíes y con la que te sientas cómoda en la cita con el proveedor de atención médica puede servirte de persona de apoyo. Puede tratarse de tu pareja, tu madre, tu hermana, tu prima, tu amiga u otro ser querido. Y si estás embarazada o en el posparto y trabajas con una doula, esta puede servirte de apoyo. Incluso puedes llevar a más de una persona de apoyo a tus citas, si eso es lo mejor para ti. Es muy valioso tener a alguien que te respalde y que pueda ser una gran fuente de apoyo mientras defiendes la atención que deseas y mereces.
Pide lo que necesitas, y usa tu creatividad si es necesario
Algunos centros de salud pueden limitar el número de personas que pueden estar presentes de manera física contigo, por lo que merece la pena preguntar sobre las políticas y si pueden adaptarse a tus deseos. También hay que tener en cuenta que en muchos lugares este tipo de políticas pueden haberse vuelto más estrictas debido a la pandemia de coronavirus, y algunos centros pueden no permitir que nadie te acompañe durante las visitas prenatales y posparto o pueden limitar el número de personas que pueden acompañarte durante el parto. Pero todavía hay formas de conseguir el apoyo que necesitas. Por ejemplo, si no puedes tener a tu pareja y a tu doula presentes durante el parto, puedes utilizar la tecnología (un teléfono inteligente, un videochat o aplicaciones de mensajería) para conectarte y tener a tu sistema de apoyo presente de forma virtual. Pide lo que necesitas, y usa tu creatividad si es necesario. Te mereces que tu sistema de apoyo esté presente en cada paso del camino. Se tu propia defensora de tu cuidado de salud.
