Mom and son snuggle on the couch, smiling.

Tu guía para los 10 años

Esta guía pretende ofrecer un contexto de lo que puedes esperar del desarrollo neurotípico de un niño de 10 años. Los hitos y el desarrollo son diferentes para cada persona.

Los niños de 10 años son adolescentes emergentes que entran en uno de los periodos de desarrollo más intensos de su vida. Los primeros años de la adolescencia son complicados porque tu hijo o hija (y tú como padre, madre o tutor) se enfrentará a cambios tanto en su cuerpo físico como en su estado social y emocional.

La edad de 10 años puede ser complicada de averiguar porque la pubertad no es una experiencia «única» para los jóvenes adolescentes, ni se produce de golpe, sino de forma gradual a lo largo del tiempo. Mientras que algunos de 10 años empezarán a parecer y actuar de forma más madura, otros seguirán siendo más infantiles en lo físico y emocional.

A medida que el cuerpo y el cerebro atraviesan estas tremendas transiciones hacia la edad adulta, también lo hacen sus emociones, relaciones sociales, habilidades e identidad. En consecuencia, mantener la conexión con el preadolescente a medida que se hace más independiente puede resultar más difícil para los padres y cuidadores.


Los principales hitos del desarrollo a los 10 años

Hitos del lenguaje y la comunicación a los 10 años

La mayoría de los niños de 10 años están en 5º grado. Sus días escolares están llenos de aprendizaje y retos académicos. A medida que sus habilidades lingüísticas se vuelvan más abstractas y complejas, podrás entablar conversaciones más adultas con tu hijo o hija.

A los 10 años, tiene la capacidad de:

  • Leer y escribir frases más difíciles que las que suelen utilizar en sus conversaciones.
  • Resumir y reformular ideas.
  • Organizar la información para que tenga sentido al escribir.
  • Explicar las relaciones entre los significados de palabras de significado múltiple (analogías).
  • Utilizar una mayor variedad de palabras; no las mismas una y otra vez.
  • Participar en debates de grupo.
  • Centrarse en el tema, respetar los turnos y mantener el contacto visual durante la conversación.
  • Utilizar su lenguaje para informar, persuadir y entretener a adultos y compañeros.

Hitos del aprendizaje social y emocional a los 10 años

Una de las principales tareas de la adolescencia es desarrollar su sentido de quiénes son y quiénes quieren llegar a ser cuando crezcan. A medida que explora su identidad, es posible que notes que:

  • Se vuelve más introspectivo, malhumorado y necesita más intimidad.
  • Reconoce las reglas sociales básicas y el comportamiento adecuado.
  • Se esfuerza por comprender las perspectivas de los demás y cómo se relacionan con las propias.
  • Comparte secretos y bromas con las amistades.
  • Se retira de las actividades y conversaciones familiares mientras prueban a pasar más tiempo a solas.
  • Muestra una mezcla confusa de comportamientos adultos e infantiles al mismo tiempo: pueden ser cariñosos, juguetones y curiosos en un momento, pero egoístas, maleducados y pendencieros al siguiente.

Habilidades cognitivas a los 10 años

El rápido crecimiento del cerebro es responsable del acelerado crecimiento cognitivo que se observa a esta edad. El ritmo y la intensidad del aprendizaje aumentan a medida que se preparan para empezar la escuela secundaria, con sus matemáticas, lectura y otras asignaturas más complicadas. Por eso es importante que hables ahora con el maestro si crees que tiene dificultades en la escuela. Conseguirle ayuda de forma proactiva le evitará quedarse atrás.

A los 10 años, tiene la capacidad de:

  • Desarrollar el pensamiento crítico.
  • Aumentar su vocabulario entre 2,000 y 3,000 palabras cada año.
  • Entender modismos como «échame una mano» o «estás en la luna».
  • Utilizar la información previa para comprender la nueva.
  • Disfrutar libros de capítulos y otros textos más complejos y extensos.
  • Escribir ensayos persuasivos con puntos de vista y opiniones organizados en un argumento claro.
  • Aprender conceptos geométricos complejos.
  • Resolver problemas matemáticos complicados que incluyan multiplicaciones, divisiones, restas y sumas dentro del mismo problema.
  • Aprender a corregir la puntuación, la gramática, la fluidez y la claridad de ideas.

Habilidades físicas y motoras a los 10 años

Observarás cambios significativos en el crecimiento físico y el desarrollo entre niños y niñas e incluso entre niños de 10 años del mismo sexo y edad. Del mismo modo, observarás una gran variedad en el nivel de destreza en atletismo, motricidad fina y motricidad gruesa.

A los 10 años

  • Puede empezar a mostrar signos de pubertad (piel grasa, acné, olor corporal), en especial en las niñas, que pueden aumentar de peso y desarrollar botones mamarios.
  • Puede tener periodos de crecimiento rápido, llamados brotes de crecimiento. Estos estirones pueden hacer que los niños de 10 años sean torpes.
  • Será capaz de coordinar con precisión el movimiento de los dedos en pequeños movimientos, como los necesarios para tocar un instrumento, escribir en un teclado o construir proyectos complicados.
  • Podrá participar en ejercicios aeróbicos (actividades físicas que aumentan el ritmo cardíaco y la respiración) de mayor duración, como partidos deportivos completos o ensayos de baile, sin cansarse tan rápido.
  • Adquirirá más destreza en las habilidades motrices básicas, como patear, atrapar y lanzar, a medida que los músculos se fortalezcan y será más capaz de coordinar sus movimientos.

A esta edad comenzarán la pubertad en momentos y a ritmos diferentes. La pubertad suele comenzar en torno a los 10 años para la mayoría de las niñas, que pueden experimentar un estirón en estatura y forma corporal general en los primeros años de la adolescencia. La menstruación suele comenzar unos dos años después de los primeros signos de la pubertad. Es posible que quieras abastecerte de productos menstruales para estar preparada para cubrir las necesidades de tu hija, teniéndolos en casa, en el coche y, quizá, en su mochila.

Recuerda que llegar a la madurez sexual implica algo más que cambios físicos. A esta edad también está desarrollando nuevos sentimientos sobre su cuerpo, su sexualidad y sus relaciones íntimas. Tener conversaciones breves y frecuentes sobre la pubertad, el sexo y la intimidad ayudará a que sea más normal y accesible para ambos. Hablar de intimidad y sexo no le animará a adoptar estos comportamientos, pero le ayudará a establecer límites sanos y seguros con los demás.

Vacunas a los 10 años

Si a los 10 años tiene al día todas las vacunas recomendadas, solo hay tres vacunas adicionales que puede recibir este año. Estas son:

  • Influenza (gripe): Todas las personas mayores de 6 meses de edad deben vacunarse contra la gripe todos los años.
  • Virus del papiloma humano (VPH): Aunque se recomienda a los 11 a 12 años, la vacuna contra el VPH puede administrarse a partir de los 9 años para ayudar a protegerles de la infección por VPH y de los cánceres causados por el VPH.
  • COVID-19: (refuerzos según las recomendaciones actuales de los CDC).

Si se ha saltado una vacuna recomendada, aún puede volver a vacunarse. Puedes aprovechar cualquier visita al médico para ponerle las vacunas recomendadas, incluidos los exámenes médicos deportivos o los chequeos anuales antes del año escolar. 

Alimentación sana y actividad física a los 10 años

Es probable que los niños que atraviesan periodos de crecimiento necesiten muchas meriendas. Esto es lo que puedes esperar. 

  • Programa 3 comidas y 1-2 meriendas saludables al día. Es más probable que picar les lleve a tener un peso superior o inferior al normal. 
  • Limita las pantallas durante las comidas y las meriendas.
  • Coman sentados en familia siempre que sea posible.
  • Proporciona a tu preadolescente una dieta balanceada, como el modelo MyPlate. Intenta llenar alrededor de la mitad con frutas y verduras.
  • Puede que a esta edad le interese la comida rápida, las comidas en paquetes y los refrescos. Hay espacio para la exploración como parte de una relación sana y equilibrada con la comida. Lo ideal es que la mayoría de las comidas y meriendas contengan menos de estos productos.
  • Las legumbres, frutas y verduras congeladas y enlatadas son opciones cómodas y asequibles para que consuma las cinco raciones diarias recomendadas de fruta y verdura.
  • A los 10 años puede ayudarte a planificar las comidas y a hacer la compra. Leer las etiquetas nutricionales puede ayudarle a comprender las necesidades de calcio, hierro y proteínas en su vida diaria. Evita contar las calorías.
  • Evita hablar de peso (incluido el tuyo), incluso en los chequeos médicas. La discusión centrada en el peso no contribuye a un estilo de vida más saludable y puede provocar pensamientos o comportamientos negativos sobre uno mismo. 
  • A los 10 años debe realizar al menos 1 hora de actividad física cada día.
  • Niños de 10 años necesitan entre 9 y 12 horas de sueño. El sueño ayuda a los adolescentes a crecer y fortalecer su cuerpo y a rendir mejor en la escuela, el deporte y otras actividades. Le costará más levantarse temprano para ir a la escuela porque los ciclos de sueño-vigilia cambian hasta dos horas más tarde. ¡Acostarse más tarde puede convertirse en la norma!

Mantener los niños de 10 años seguros

  • Debe viajar en el asiento trasero hasta los 12 años.
  • Asegúrate que siempre lleve casco cuando ande en bicicleta, patinete o patineta y esquí.
  • Protege del humo de segunda mano.
  • Si tienes un arma, mantenla junto con la munición, bajo llave
  • Conocer la realidad sobre drogas, tabaco, cigarrillo eléctrico y alcohol (enlace en inglés) le ayudará a tomar decisiones con conocimiento de causa cuando se enfrente a la presión social. Hablar de todo, desde los medicamentos con receta hasta las drogas ilegales, no fomentará su consumo, pero puede darle las herramientas para decir no en una situación incómoda o desconocida con sus compañeros.
  • Presta atención a signos de bullying (acoso escolar).
  • Protege contra lesiones por sobreuso en atletas jóvenes evitando el sobreentrenamiento y evitando especializarse en un deporte o actividad hasta la adolescencia. Además, debe llevar el equipo de protección adecuado, como protectores bucales y almohadillas, cuando practique deporte.

Tiempo de pantalla

Hay muchas opiniones diferentes, pero no un acuerdo oficial sobre lo que es una cantidad saludable de tiempo de pantalla para los preadolescentes. En lo que todo el mundo está de acuerdo es en que menos tiempo frente a la pantalla es mejor que más.  Prueba algunas de estas sugerencias para mantener la seguridad en Internet y en las pantallas:

  • Enséñale a que compartir información personal en Internet puede convertirle en objetivo de depredadores en línea y de otras personas que podrían querer hacerle daño.
  • Mantén la seguridad en Internet dedicando tiempo a saber qué videojuegos, redes sociales, aplicaciones y películas ve. Supervisa su actividad con frecuencia y sin previo aviso. Envía alertas a tu propio teléfono por contenido y permiso.
  • Cuidado con el contenido para adultos. Recuerda, plataformas como Facebook, Instagram y Snapchat exigen que un menor tenga más de 13 años para tener una cuenta por una razón. El aumento del uso de las redes sociales se asocia de manera negativa con el bienestar y la salud mental.
  • Revisa las contraseñas seguras. Las contraseñas más seguras son combinaciones de letras y números sin nombres fáciles de adivinar u otra información identificable. Dependiendo de tu hijo o hija y tu nivel de comodidad, debería compartir con facilidad sus contraseñas o guardarlas en un sobre. 
  • Las tareas y los quehaceres están antes que la pantalla.
  • Apaga todas las pantallas una hora antes de la hora de dormir. Seguir esta regla como padres puede ayudar a modelar comportamientos saludables frente al sueño y las pantallas.
  • Limita el tiempo que pasan en las redes sociales y dónde tienen perfiles. Ten cuidado con los sitios que ocultan la actividad de mensajería.

Temas de conversación y trucos de parentalidad para niños de 10 años

A los 10 años puede cambiar de opinión en un abrir y cerrar de ojos: en un momento está charlando contigo y al siguiente apenas reconoce que le has hecho una pregunta. Limítate a hacer preguntas abiertas e intenta encontrar momentos y espacios en los que no se distraiga con pantallas para las conversaciones diarias con tu preadolescente. Aunque te pongan los ojos en blanco, les estás demostrando lo mucho que te importa lo que piensan.

Preguntas para tu hijo o hija de 10 años

  • ¿Qué crees es la mejor parte de hacerse mayor?
  • ¿Crees que está bien notar y hablar de las diferencias en las personas? (O, más en concreto, ¿crees que está bien fijarse en las diferencias en el color de la piel de las personas y hablar de ellas?) ¿Por qué?
  • ¿Qué te preocupa de la adolescencia?
  • ¿Alguna vez alguien que no conoces se ha relacionado contigo en Internet de un modo que te haya hecho sentir incomodidad o miedo?
  • Cuando veas algo injusto, ¿qué puedes hacer para defender a los demás?
  • ¿Te sientes triste? ¿Alguna vez te sientes tan triste que desearías no estar vivo?
  • ¿Quiénes son los adultos con los que puedes hablar si sientes miedo, tristeza o ira?
  • ¿Qué significa para ti la palabra género? ¿Qué harías si pudieras romper las reglas o roles de género por un día?

Formas de ayudarles a crecer y desarrollarse

  • Involúcrate en su escuela. Conoce a sus amistades, maestros, entrenadores y otras personas importantes en su vida.
  • Invita a los adolescentes a hablar de la actualidad contigo pidiéndoles que piensen en soluciones a los problemas del mundo que ellos identifiquen.
  • No subestimes el valor de decir y demostrar cuánto le quieres. Puede que se aparte de tu abrazo y tu beso, pero reconoce que se trata de su necesidad de límites (en particular en público) y no de ti.
  • Anticipa cambios en su conciencia emocional y en sus relaciones con los compañeros. Habla sobre la presión social y ayúdale a practicar respuestas. Si los niños no están preparados para responder a la presión social, es más probable que reaccionen demasiado rápido y cedan.
  • Cuando cometa errores (porque si lo hará), ayúdale a aprender de ellos. Anímale a imaginar cómo podrían haber evitado las consecuencias de su error de juicio. Apoya sus esfuerzos por hacer lo correcto, aunque no tengan éxito.
  • Prepárate para responder preguntas sobre la pubertad y el desarrollo sexual. Cuando te hagan una pregunta, haz otra: ¿Alguien más estaba hablando de eso? ¿Quieres saber más? ¿Tu amigo tenía alguna pregunta? Cuando hables de la pubertad, tranquilízale diciéndole que no tiene por qué avergonzarse. Todo el mundo pasa por la pubertad. Recuérdale con frecuencia que siempre pueden acudir a ti si tienen alguna duda.
  • Háblale sobre el periodo y la menstruación antes de que le venga o les venga a sus compañeras. ¡Aprender sobre los ciclos menstruales es útil para todas las personas!
  • Refuerza los hábitos de higiene personal con suaves recordatorios. Respeta la creciente necesidad de privacidad de tu preadolescente llamando a la puerta antes de entrar al baño o dormitorio.
  • Evita comentarios que avergüencen o perjudiquen a tu preadolescente, ya de por sí cohibido. Por ejemplo, no señales algo sobre su aspecto físico o su peso. Anima a sus hermanos, familiares y amigos adultos a hacer lo mismo. Los preadolescentes no tienen por qué soportar burlas ni «hacerse fuertes» en casa. Es su lugar seguro en un mundo en constante cambio.
  • Establece reglas de familia. Si tu familia tiene reglas del hogar claras (enlace en inglés), será más fácil que tu hijo evite incumplirlas, sobre todo si sus compañeros le presionan. Por ejemplo, si amabilidad (enlace en inglés) es una regla familiar, aceptar burlarse de otro compañero iría en contra de ella. Tu hijo o hija puede utilizar la regla familiar como una razón para no ceder a la presión social.

Tener 10 años significa cambiar. Todos estos cambios pueden suponer un reto tanto para los preadolescentes como para los padres de familia. No confundas la madurez física con la madurez general. La madurez emocional puede tardar en alcanzar al cuerpo de un adolescente. Aunque no siempre te lo demuestren o te lo digan, tu amor, tu orientación y tu apoyo son fuentes importantes de estabilidad en su vida caótica y confusa de preadolescente.

Revisado por el equipo clínico de Ovia Health


Fuentes

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