Qué hacer cuando tu pequeñín se niega a probar nuevos alimentos

No hay nada más frustrante que preparar una comida sana y deliciosa solo para que sea rechazada. Aunque es de esperar que los niños sean quisquillosos en los primeros años, la mayoría de los padres esperan que coman lo que se les prepara (al menos la mayor parte del tiempo) cuando ya entren a la escuela primaria. Si tu pequeñín se niega a probar alimentos nuevos, no eres la única. El 35 % de los padres afirma que sus hijos son quisquillosos con la comida (enlace en inglés). Sigue leyendo para aprender qué hacer si se niega a probar nuevos alimentos. 

Quitarle moralidad a la valentía alimentaria

A veces, como padres, queremos que nuestros hijos hagan las cosas porque «deberían». Aunque una dieta sana y variada es importante para el crecimiento de los niños, no hay nada intrínsecamente bueno o malo en que coma más o menos alimentos. Haz todo lo posible por no presionarle para que pruebe o le gusten determinados alimentos porque los consideras «mejores» que otros o porque te preocupa que los demás te juzguen por lo que hay (o no hay) en su plato. 

Llévalos a hacer la compra

Aunque cocinar con tu pequeñín es una forma estupenda de despertar su curiosidad por la comida, llevarle de compras puede entusiasmar hasta al más reacio. Llévale a la tienda e invítale a elegir un alimento nuevo cada semana. Aunque al principio elijan opciones menos «sanas», felicítales por enfrentarse a nuevos sabores y texturas. A medida que pase el tiempo y se vuelvan más aventureros, puedes empezar a guiarles hacia nuevos alimentos que estén más en línea con lo que quieres que prueben.

Sirve comidas deconstruidas

Las comidas con muchos ingredientes pueden resultar abrumadoras para los niños que se sienten intimidados por la variedad de nuevos sabores y texturas. En lugar de servir un plato de pasta ya salseado o una ensalada llena de ingredientes y ya con aderezo, intenta servir las comidas al estilo bufé. Permitirle que construya su propio taco, cree su propia ensalada o elija cuánta salsa poner en su pasta puede ayudarle mucho a que pruebe cosas nuevas. 

Introduce nuevos alimentos, pero siempre con una opción segura

No dejes que su tímido apetito te impida preparar tus comidas favoritas o probar nuevas recetas. Sigue cocinando y sirviendo lo que quieras cocinar y servir, y considera también la posibilidad de añadir algo familiar a la mesa. No quieres que se sienta arrinconado o como si tuviera que comer un nuevo alimento o pasar hambre, pero la exposición constante a nuevos platos le puede despertar la curiosidad con el tiempo. 

Busca más allá

A veces, ser quisquilloso con la comida es algo más que eso. Si crees que su lista de alimentos aceptables se está reduciendo, que reacciona de forma exagerada a los nuevos alimentos o que no está recibiendo la nutrición que necesita para crecer, ponte en contacto con su pediatra. A veces, ser quisquilloso con la comida es el primer signo de problemas sensoriales o de problemas de mayor gravedad. 

Ser quisquilloso con la comida es un reto constante para muchas familias. Aunque la frustración y la preocupación son reales, es importante recordar que los niños son algo más que lo que comen o dejan de comer. Haz todo lo posible para que la hora de la comida sea divertida y relajante, aunque eso signifique que tengas que desconectar la parte de tu cerebro que toma nota de lo que desaparece de su plato. Con el tiempo, muchos niños aprenden a disfrutar probando nuevos alimentos o, al menos, desarrollan una lista más larga y variada de sus favoritos


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