Little girl smiles while standing in the grass, her hand on her hip

Cómo criar niños seguros de sus cuerpos

Cuando nuestros hijos tienen confianza en sí mismos, son más capaces de ser cariñosos y sensibles con los demás, y la confianza en la apariencia física es un aspecto de la confianza general. Los niños que tienen confianza en su cuerpo se sienten bien con él y les entusiasma todo lo que su cuerpo puede hacer. 

Educar a niños seguros de sus cuerpos en un mundo lleno de mensajes nocivos sobre el tipo y la imagen corporal es, sin duda, todo un reto. En nuestra cultura, niños, al igual que adultos, se ven presionados desde temprana edad para tener un aspecto determinado. Esto lleva a muchos a ser críticos consigo mismos cuando no lo consiguen, lo que conduce a una falta de confianza general. 

Aunque no puedes cambiar la forma en que todos estos mensajes aparecen en su vida, con algunos mensajes conscientes puedes ayudarle a cultivar una imagen positiva de sí mismo y a aceptar a los demás en el proceso.

Modelar comportamientos y autoconversaciones saludables

Nuestros hijos captan mucho de lo que decimos, hacemos y creemos. Por eso, una de las mejores cosas que podemos hacer es dar ejemplo de conversación sana sobre nuestro propio cuerpo. Pero para muchos es más fácil decirlo que hacerlo. 

El primer paso es prestar atención a cómo te sientes con tu cuerpo. Si tienes problemas con tu imagen corporal, da pequeños pasos para abordar tus sentimientos. Un pequeño paso puede consistir en hablar con un profesional de la salud mental, hablar con una amistad de confianza o buscar un médico con un enfoque inclusivo con respecto al peso.

Cuando le hables, haz todo lo posible por centrarte en lo que tu cuerpo puede hacer y no en el aspecto. Por ejemplo, en lugar de hacer un comentario negativo sobre cómo te sientes en traje de baño, centra lo que le dices en lo emocionados que estamos por saltar en las olas con ellos. 

Centrarnos en los mensajes positivos les ayuda a apreciar y aceptar su propio cuerpo y a nosotros a cambiar la forma en cómo nos hablamos y qué nos decimos.

Hablar de la diversidad corporal

Aunque resulte tentador evitar por completo el tema de los cuerpos, esto puede convertirlo en un tabú para los niños y dejarles con preguntas sin respuesta. En lugar de eso, háblales de que el cuerpo de cada persona es diferente por muchas razones que escapan a su control. Tener cualquier aspecto no aumenta ni disminuye el valor de uno como persona. La apariencia no está relacionada con la salud y no se puede saber cuánto ejercicio hace o come una persona por el tamaño de su cuerpo. Tampoco se puede identificar su contribución a este mundo mirando su cuerpo. Es el viejo concepto de «las apariencias engañan». Enseñarles a valorar a las personas por lo que son, no por lo que parecen, es un regalo del que se beneficiarán durante toda su vida.

Centrarse en la salud y no la apariencia

Las conversaciones que mantenemos sobre lo que comemos y cómo hacemos ejercicio deberían girar en torno a nuestra salud, bienestar y diversión, no a nuestro tamaño corporal. Deja de etiquetar los alimentos como buenos o malos, y los tamaños corporales como saludable o poco saludable.

Cuando le hables de ejercicio, intenta enmarcar el ejercicio como una forma de sentirse con energía, fuerte y sano, no para conseguir un determinado aspecto o peso corporal. Habla sobre cómo los alimentos nutren nuestros cuerpos para que sean fuertes y mantengan nuestras mentes agudas. Por ejemplo, puedes explicar cómo las verduras nos dan fuerza y nos ayudan a combatir las enfermedades. O que las galletas pueden darnos alegría y algo de energía a corto plazo. Educarles sobre estos temas puede reducir la ansiedad y evitar las restricciones alimentarias.

Nunca hagas comentarios críticos sobre su cuerpo

Puede que te preocupe que tu hijo o hija sufra acoso por su tipo de cuerpo o su peso, y es natural que quieras protegerle. Pero a veces nuestros propios miedos nos llevan a decir cosas que pueden hacer que se sientan cohibidos y autocríticos. Céntrate en cambio en la conversación en torno a la salud emocional. Si te preocupa, háblale sobre su imagen corporal, la presión por estar delgado u otros temas relacionados con el cuerpo. Es importante validar los sentimientos reales de inadecuación que pueden sentir las personas con cuerpos más grandes. Este tipo de conversación también puede ayudarte a identificar si sufre dismorfia corporal, un problema distinto de la imagen corporal. La dismorfia corporal es una percepción deformada de la propia apariencia. Esto puede conducir a una relación poco saludable con la comida o incluso a un trastorno alimentario. 

Ayuda a desarrollar una imagen positiva de sí mismo y la confianza

Anímale a ver sus puntos fuertes y sus bellezas, tanto físicas como no físicas. Comenta cómo sus fuertes piernas le ayudan a trepar a un árbol o cómo sus dedos tocan el piano de maravilla. Habla también de sus cualidades internas, como su amabilidad o curiosidad.

Cuando les compartimos comentarios específicos y positivos, es más probable que vean su valor único y su belleza más allá del aspecto de su cuerpo. Aprenderán que su valía no se basa en su aspecto, lo que comen o lo que pesan. Sabrán que son maravillosos y queridos independientemente de su aspecto.

Fuentes

Ana Reisdorf. “How to Teach Your Child Body Positivity.” Mental Health America. Mental Health America, Inc. 2022. https://mhanational.org/blog/how-teach-your-child-body-positivity 

Kaitlyn Kamleiter. “Avoiding picky eating during holiday meals.” Children’s Minnesota. November 25, 2019. https://www.childrensmn.org/2019/11/25/avoiding-picky-eating-holiday-meals/.

Sumner Brooks, MPH, RDN. “How to Raise a Kid Who Is Satisfied With Their Body, According to a Registered Dietitian.” Good Housekeeping. Hearst Digital Media. December 9, 2021. https://www.goodhousekeeping.com/life/parenting/a38029229/positive-body-image-for-kids/

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