Es fundamental conocer el estado de tu ETS cuando estás embarazada. Muchas infecciones no presentan ningún síntoma, pero corres el riesgo de transmitirlas a tu pareja o incluso a tu futuro bebé. Las ETS más graves pueden causar defectos congénitos, parto prematuro e incluso abortos espontáneos. Unas sencillas pruebas ahora pueden ahorrarte muchas preocupaciones más adelante.
A través de tu seguro médico, es probable que tengas derecho a recibir gratis los siguientes servicios de asesoramiento y pruebas de detección:
- Pruebas de detección de la infección por clamidia en mujeres jóvenes y otras mujeres de alto riesgo.
- Pruebas de detección de gonorrea para todas las mujeres de alto riesgo.
- Asesoramiento sobre infecciones de transmisión sexual para mujeres sexualmente activas.
- Pruebas de detección de sífilis para todas las embarazadas u otras mujeres con mayor riesgo.
- Prueba de detección del VIH y asesoramiento para mujeres sexualmente activas.
- Prueba del ADN del virus del papiloma humano (VPH) cada 3 años para las mujeres con resultados citológicos normales que tengan 30 años o más.
¿Por qué hacerse las pruebas?
Mientras seas sexualmente activa, incluso si el sexo es con una sola persona en una relación monógama, deberías hacerte la prueba. Ya no utilizas anticonceptivos porque has concebido, lo que significa que podrías compartir células reproductoras y, por desgracia, infecciones.
Algunas ETS pueden causarte daños permanentes a ti, a tu(s) pareja(s) sexual(es) y al feto si no se tratan a tiempo o no se tratan en absoluto. Solo algunos ejemplos: puedes transmitir el herpes a tu bebé durante un parto vaginal si tienes un brote activo de la enfermedad en ese momento; la clamidia puede causar la ruptura de la fuente antes de tiempo; y la sífilis puede causar defectos congénitos si se transmite a tu bebé.
No te preocupes demasiado si las pruebas revelan que tienes una ETS: casi todas se curan o tratan con facilidad, por lo que su impacto en tu vida es casi inexistente. El estigma que rodea a las ETS suele ser peor que los síntomas. Lo mejor que puedes hacer por ti (y por tu futura familia) es conocer tu estado de ETS y controlarlo.