Si estás pensando en amamantar, en algún momento en un futuro cercano vas a necesitar respuestas a las siguientes preguntas. Algunas respuestas pueden variar según tu situación personal, pero esto es lo que toda mamá debería saber antes de sacar la leche en el trabajo.
Derechos de los empleados
Hablemos de la protección de los trabajadores. Si estás en Estados Unidos, te tranquilizará saber que, en muchos casos, existen leyes que te ayudan y protegen mientras sacas la leche. Por ejemplo, muchos empleadores están legalmente obligados a brindarte una cantidad razonable de tiempo (no necesariamente remunerado) y un espacio limpio para sacar la leche. Sin embargo, existen excepciones en la legislación federal para determinados empleados e industrias exentos. Para obtener un práctico PDF que puede descargar e imprimir, siga este enlace. Otras leyes de amamantar varían según el estado, y puede consultar las leyes de su estado aquí. Es posible que la legislación estatal ofrezca mejores protecciones, por lo que vale la pena echarle un vistazo.
Si es los miembros de una unidad de negociación colectiva, asegúrese de revisar su contrato y pregunte a los dirigentes de su sindicato si tiene alguna duda o inquietud.
Lo que puede hacer ahora mismo para prepararse para su regreso
En un mundo ideal, se dará unas cuatro semanas para preparar lo esencial para volver al trabajo.
- Consigue el equipo necesario. Si aún no tienes un sacaleches, ahora es el momento de pedir uno. Incluso con el envío rápido y el pedido a través del seguro, puede tardar un tiempo en llegar a tu casa. También necesitarás algunos accesorios adicionales para transportar de forma segura ese oro líquido desde tu lugar de trabajo hasta tu bebé, atrás, como bolsas de hielo, una nevera portátil y otros.
- Mide el tamaño de la copa. Para que el proceso de sacando la leche sea cómodo y eficaz, las copas deben ajustarse bien. Aunque el tamaño medio de las copas es de 17 mm, la mayoría de los sacaleches solo vienen con tamaños en el rango de los 24 mm, ¡demasiados grandes! La mayoría de los expertos sugieren empezar con una copa dura muy cercana a la medida en milímetros de la punta del pezón.
- Practique el sacar la leche en casa. Si hasta ahora ha amamantado exclusivamente a su bebé, dedique algo de tiempo a familiarizarse con todo el equipo de sacar la leche, ya que no querrá utilizarlo por primera vez cuando vuelva al trabajo. Cuanto más practique ahora en la comodidad de su hogar, mejor se sentirá cuando lo haga en el trabajo.
- Almacena suficiente leche. ¿Otra razón por la que necesitas practicar sacando la leche? Para almacenar suficiente leche para tu primer día de vuelta al trabajo. No te preocupes, no necesitas cientos de litros en el congelador, ya que sacarás la leche cada día para reemplazar lo que el bebé haya tomado. Con unas cuatro semanas para almacenar entre 30 y 60 ml al día es suficiente para la mayoría de los bebés sanos en crecimiento, y tendrás más de lo que necesitas para ese primer día.
- Comunica tus planes a tu empleador. Si tienes pensado amamantar, asegúrate de que tu empleador te ha brindado información sobre dónde puedes sacar la leche y qué tipo de extras, como una nevera o un fregadero, tendrás a tu disposición. También debes explicar las necesidades básicas a tu supervisor directo o a tu equipo antes de volver al trabajo, para que queden claras las expectativas sobre los descansos para sacar la leche. Y asegúrate de abordar estas conversaciones con confianza: ¡lo tienes todo bajo control! El correo electrónico es una herramienta estupenda para comunicarse de forma eficaz y dejar constancia escrita.
- Busca una compañera de oficina que también esté amamantando. Cuando vuelvas, únete a otras madres primerizas o mujeres embarazadas de tu trabajo. Podéis apoyaros mutuamente y, si es necesario, turnaros para sacar la leche y así poder cubrirse unas a otras. Si tienes buena relación con estas personas, quizá puedas iniciar estas conversaciones y, si es necesario, puede compartir información sobre sacar la leche en el trabajo antes de volver al trabajo.
¿Dónde sacaré la leche?
En lo que respecta a tu empleador en concreto, si no has hablado con ellos sobre estos detalles antes de tu baja, debes ponerte en contacto con tu jefe, tu equipo o el departamento de Recursos Humanos para averiguar qué se ofrece en cuanto a espacio y comodidades para sacar la leche. ¿Hay una sala de lactancia designada? ¿Te pueden asignar una oficina nueva y privada? ¿Qué hacen otras mamás amamantando en tu lugar de trabajo? Muchos empleadores están encantados de apoyar a las mamás amamantando, pero es posible que aún no conozcas el apoyo que brindan porque hasta ahora no habías tenido que pensar en ello. ¡Incluso podría haber una sala secreta para sacar la leche!
¿Cómo será mi horario de sacando la leche?
Mientras tu bebé tenga menos de seis meses, tendrás que sacar la leche cada tres horas aproximadamente cuando estéis separados. Probablemente te llevará entre 20 y 30 minutos cada sesión de sacando la leche. Cuando planifiques tu horario, asegúrate de tener en cuenta el tiempo de desplazamiento; una jornada laboral de 8 horas suele requerir algo de tiempo adicional para ir y volver del trabajo a casa. Una vez que sepas cuánto tiempo estarás separada de tu bebé, es útil programar (sí, programar) el tiempo en tu calendario diario para que tengas un tiempo fijo que sea exclusivamente tuyo. También te conviene hablar con tu equipo o con tu administrador sobre estos detalles, para que todas las partes necesarias (jefes, compañeros de trabajo y similares) sepan que tu tiempo de sacando la leche es una prioridad. Si no tienes un horario de trabajo predecible o un calendario bloqueable, no pasa nada si los tiempos de sacar la leche varían ligeramente de un turno a otro. Lo importante es alcanzar el número total de sacando la leche que necesitas por turno, incluso si tienes que sacar la leche mientras te desplazas o tomarte descansos sobre la marcha.
¿Qué necesitaré llevar al trabajo?
Si no eres de las que planifican su vestuario la noche anterior, ¡es hora de intentar adquirir este hábito! Estos son los elementos esenciales para sacar la leche que necesitarás preparar con antelación. (Consejo: una bolsa para sacar la leche puede ayudarte a mantenerte organizada).
- Bomba y accesorios (a menos que los guardes en el trabajo)
- Nevera portátil blanda, etiquetada con tu nombre, para guardar la leche
- Bolsas de hielo para mantener la leche fresca durante el trayecto al trabajo
- Biberones o bolsas para guardar la leche
- Rotulador permanente para escribir en las bolsas de almacenamiento/Ziploc o una bolsa impermeable para los accesorios mojados de la bomba
- Un jersey, un chal, una cubierta de lactancia o una manta pequeña si necesitas un poco más de privacidad
- Si la sala de extracción es escasa: toallitas para el sacaleches, un cable alargador, un paño para limpiar los derrames y desinfectante de manos.
- Tu propio almuerzo y una botella de agua (o dos, ¡la hidratación es muy importante al amamantar!).
- Aperitivos. Muchos aperitivos. Tendrás hambre.
Además, puedes utilizar un spray para el sacaleches o aceite de coco, así que lleva el lubricante que prefieras. Te recomendamos que te vistas con ropa cómoda; muchas personas consideran que las blusas con botones o elásticas son imprescindibles. Si no quieres llevar un sujetador de sacando la leche todo el día, mete uno en tu bolso. ¿Un consejo de experto? Guarda un sacaleches manual en tu bolso o en el trabajo. Este respaldo te salvará de cualquier contratiempo con tu sacaleches eléctrico habitual.
¿Dónde y cómo debo almacenar mi leche?
Una vez que vuelvas al trabajo, utiliza recipientes limpios, resistentes y que no tengan posibilidad de gotear (¡tu leche materna es muy valiosa!). Etiqueta la leche extraída con el día y el mes, y luego guárdala en el frigorífico, en una bolsa térmica aislante o en un enfriador de leche. Es fácil saber de antemano si tendrás acceso a un frigorífico o si prefieres guardar la leche por separado en una bolsa térmica.
- Nevera: Coloca los biberones o las bolsas en la parte trasera de la nevera. La temperatura de la puerta de la nevera es variable, así que intenta mantenerla en un lugar donde no toque otras cosas y se mantenga fría.
- Bolsa térmica: Asegúrate de que hay cuatro bolsas de hielo en la bolsa térmica, una en cada lado.
- Refrigerador de leche: estos recipientes de almacenamiento tienen un núcleo de hielo que puede mantener la leche fría durante todo el día.
¿Cómo mantendré todo limpio?
Para evitar que los gérmenes se propaguen a la leche materna, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan lavarse siempre las manos antes de sacar la leche, exprimir manualmente y tocar o mover la leche materna. Entre cada saca de la leche, deberá lavar las piezas en un fregadero disponible o limpiarlas con toallitas para extractores, por lo que también deberá saber si tendrá acceso a un fregadero y si cree que es limpio y seguro para su uso. Considere la posibilidad de dejar un recipiente plegable en el trabajo para tener una superficie más limpia donde colocar las piezas en un lavabo que puede compartir mientras las lava. ¡Y no olvide dejar espacio para secarlas también! Puede guardar las piezas limpias y secas en una bolsa Ziploc o en una bolsa impermeable entre sesiones de sacar la leche.
¿Qué debo hacer con todo al final del día?
En tu trayecto a casa, mantén la leche sellada y fría en una nevera portátil. Una vez en casa, prepara la leche para el día siguiente o congélala (asegúrate de etiquetarla con la fecha). A continuación, tendrás que lavar bien las piezas del sacaleches. Según las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, esto significa:
- Lavarse las manos
- Desmontar todas las piezas
- Enjuagar cada pieza con agua corriente
- Si se lava a mano: utilizar un cepillo limpio y un lavabo limpio para frotar con agua caliente y jabón, y limpiar regularmente el lavabo, el cepillo y el escurridor
- Si se lava en el lavavajillas: introducir las piezas en el lavavajillas (con cuidado, para que no se pierdan las piezas pequeñas en la máquina) y ponerlo en marcha con agua caliente y un ciclo de secado
- Secar al aire muy, muy bien
Los CDC no tienen directrices para las lavadoras de biberones, pero a menudo se utilizan también para las piezas de los sacaleches. A medida que estos dispositivos se hacen más populares, esté atento a la evaluación y las recomendaciones de los CDC.
Consejos que todas las madres deben saber
- Se vuelve más fácil. Al igual que con el amamantar, para muchas mujeres, el sacar la leche es difícil al principio, pero se vuelve más fácil con el tiempo. Es muy importante recordar esto si te cuesta al principio y te preguntas si tal vez no es lo adecuado para ti. En esos momentos, puede ser muy útil contar con la ayuda de una asesora de lactancia o pedir ayuda o apoyo a tu profesional de la salud.
- Defiéndete. Si descubres que no tienes una sala o un espacio adecuado para sacar la leche, defiéndete y pide a tu administrador directo o a Recursos Humanos lo que necesitas. A veces ocurre que nunca se le ha pedido a un empleador una sala de extracción, en cuyo caso estarías haciendo un gran favor a los demás padres de tu oficina. Una vez más, es importante tener estas conversaciones antes de volver, para que los detalles de dónde y cuándo te sacarás la leche estén claros y no te encuentres con sorpresas una vez que estés atrás. Y una vez que estés atrás, busca formas de defender la leche de tu bebé y tu propia comodidad y tranquilidad. A veces, el correo electrónico es una herramienta eficaz porque te permite hablar sin prisas, añadir soluciones creativas y tener un registro escrito si te niegan algo a lo que tienes derecho.
- La mayoría de los empleadores quieren hacer lo correcto, pero es posible que no sepan cuáles son tus derechos o cómo ayudarte. Es difícil ser pionera, así que busca apoyo en tu lugar de trabajo. Padres que hayan pasado por lo mismo, un jefe que te apoye… Acepta el apoyo donde puedas encontrarlo. Es posible que los jefes o los representantes de Recursos Humanos sin experiencia no sepan cómo apoyar a las madres que se están sacando la leche, así que no pasa nada por aportar soluciones.
No siempre es fácil, pero amamantar mientras se trabaja es posible. ¿Es estresante? Sí. ¿Es gratificante? Por supuesto. Los beneficios de la lactancia materna son enormes, así que si estás planeando amamantar y volver al trabajo, ten por seguro que lo tienes todo bajo control. ¡En la bolsa de la bomba extractora, claro!