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Todo lo que necesitas saber sobre las infecciones por hongos, las infecciones urinarias y la vaginosis bacteriana

Todo lo que necesitas saber sobre las infecciones por hongos, las infecciones urinarias y la vaginosis bacteriana
Por Gabrielle Kassel, escritora colaboradora

Anuncio público: Las infecciones de transmisión sexual no son las únicas infecciones que pueden instalarse en la zona genital. Las infecciones por hongos, la vaginosis bacteriana y las infecciones del tracto urinario son infecciones del todo curables que pueden contraer las personas, incluso si nunca han tenido relaciones sexuales. ¡Es verdad!

Puntos importantes a tener en cuenta sobre las infecciones genitales

Sigue leyendo para saber más sobre los tres tipos de infecciones, incluida la información sobre cómo se diferencian de las infecciones de transmisión sexual que también se encuentran en las zonas genitales.

¿Qué es una infección del tracto urinario?

Una infección del tracto urinario tiene lugar cuando las bacterias (por lo general E. coli) se alojan en la uretra, desplazándose en ocasiones por el tracto urinario hasta la vejiga y/o los riñones.

Qué causa infecciones urinarias, ¿en realidad? Cada vez que se introducen bacterias externas en la uretra, hay riesgo de infección. Esto puede ocurrir de varias maneras, incluso a través del sexo. Una infección del tracto urinario también puede deberse a que las bacterias del ano son llevadas hacia la uretra, por ejemplo, al limpiarse o durante las relaciones sexuales.

Aunque las personas de todos los genitales pueden padecer infecciones urinarias, estas son mucho más comunes en las personas con vagina que con pene, porque la uretra es mucho más corta. Esto significa que la distancia que tienen que recorrer las bacterias para llegar a la vejiga es más corta, lo que aumenta las probabilidades de que el agente infeccioso llegue al lugar de la infección.

Los síntomas más comunes son:

  • frecuencia urinaria;
  • dolor o molestia al orinar;
  • orina de color turbio o rosa;
  • dolor abdominal bajo o pélvico o calambres;
  • dolor rectal.

Una infección del tracto urinario se puede diagnosticar con una muestra de orina rápida. Para más información sobre cómo recoger de manera correcta una muestra de orina, dirígete aquí. Si la prueba es positiva, el médico te recetará una ronda de antibióticos que comenzará a eliminar la infección en tan solo 24 a 72 horas. El tipo de antibióticos variará en función del tipo de bacterias encontradas en la muestra, así como de la localización (uretra, vejiga o riñones) de la infección.

¿Qué es una infección por hongos?

También conocida como candidiasis, una infección por hongos se produce cuando hay un crecimiento excesivo del hongo «candida» en el cuerpo.

Cualquiera puede contraer una infección por hongos. Pero las que tienen vagina son mucho (¡mucho!) más propensas a infectarse: casi el 75 % tendrá una infección por hongos al menos una vez en su vida. Menos del 1 % de los que tienen pene tendrán una infección por hongos en su vida.

La salud del canal interno de la vagina está regulada por lo que se denomina microbioma vaginal, que está formado por millones de bacterias y hongos que actúan como guardaespaldas y personal de limpieza de la vagina, manteniéndola limpia y protegiendo contra los agentes patógenos infecciosos.

Cuando el microbioma vaginal se altera —lo que puede ocurrir por una variedad de cosas, como el uso de antibióticos, el embarazo, la diabetes no controlada, sentarse con ropa húmeda o sudorosa, los anticonceptivos orales, la interacción con las bacterias genitales naturales de otra persona o el uso de lavados corporales perfumados— el propietario se vuelve susceptible a una infección por hongos.

Los síntomas más comunes son:

  • secreción con aspecto a requesón;
  • picor e irritación en la vulva, el pene o el ano, o en el interior del canal vaginal;
  • dolor o ardor al orinar o durante las relaciones sexuales;
  • enrojecimiento, hinchazón o irritación.

Las infecciones por hongos pueden diagnosticarse mediante un examen pélvico o una prueba de laboratorio. Por lo general, pueden curarse con un régimen de uno a siete días de medicación antifúngica tópica u oral. Sin embargo, si se deja sin tratar el tiempo suficiente, la infección puede desplazarse a otras partes del cuerpo y requerir un tratamiento más riguroso para ser eliminada.

¿Qué es la vaginosis bacteriana?

La vaginosis bacteriana (VB) denomina la condición en la que hay un crecimiento excesivo de ciertas bacterias en el microbioma vaginal. Así como su nombre lo indica, vaginosis bacteriana es una enfermedad que solo afecta a quienes tienen vagina.

Al igual que las infecciones por hongos, cualquier cosa que altere el microbioma vaginal puede dar lugar a la VB. Sin embargo, cosas como las duchas vaginales, las relaciones sexuales con alguien nuevo, el uso de lavados y detergentes perfumados y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo.

Los síntomas más comunes son:

  • olor a pescado o mal olor;
  • secreciones finas o sueltas;
  • picor vaginal o vulvar;
  • ardor al orinar.

La vaginosis bacteriana puede diagnosticarse mediante un examen pélvico, una prueba de secreción vaginal o de pH vaginal. Para tratar la vaginosis bacteriana, el proveedor de atención médica puede recetar una crema oral o intravaginal que debería eliminar la infección en pocos días.

¿En qué se diferencian estas infecciones de las ITS?

La principal diferencia es cómo se clasifican las infecciones. Las infecciones por hongos, la vaginosis bacteriana y las infecciones urinarias no se clasifican como ITS (infecciones de transmisión sexual).

Aunque las relaciones sexuales pueden aumentar el riesgo de candidiasis, vaginosis bacteriana e infecciones urinarias, no se consideran infecciones de transmisión sexual porque no son infecciones que se transmiten de una persona a otra. Todas las infecciones de transmisión sexual se transmiten estrictamente de una persona con una ITS a otra que no es positiva para esa ITS a través del contacto directo piel con piel o a través del intercambio de fluidos corporales.

Otra diferencia es que todas las infecciones mencionadas aquí son del todo curables con un tratamiento adecuado. Aunque algunas ITS son curables (gonorrea, sífilis, clamidia, tricomoniasis y piojos del pubis o ladillas), también hay algunas ITS víricas que pueden tratarse, pero no curarse.

Sin embargo, todas las infecciones genitales pueden ser asintomáticas. O bien, dar lugar a síntomas similares como picor, ardor o dolor durante las relaciones sexuales o al orinar.

Entonces… ¿cómo saber cuál de las infecciones genitales tienes?

Habla con tu proveedor de atención médica sobre tus preocupaciones y sobre qué infecciones genitales (u otras) te preocupan. Juntos pueden elaborar un plan de pruebas y tratamiento para que te sientas mejor lo antes posible.


Revisado por el equipo clínico de Ovia Health
Fuentes

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