Father and son sit at counter eating breakfast. Father pours milk into his son's bowl.

Cómo influyen tus creencias sobre la comida en la crianza

Nos demos cuenta o no, a medida que crecemos desarrollamos nuestras propias suposiciones sobre la comida. Lo bueno, lo malo y todo lo demás. Reconociendo nuestras propias creencias, cambiando nuestros hábitos poco saludables y creando asociaciones alimentarias positivas para nuestros hijos, podemos ayudarles a formar hábitos y valores saludables que les duren toda la vida.

Sé consciente de tus propios pensamientos y creencias

Ser consciente de tu propia mentalidad en torno a la comida es el primer paso para garantizar de no transmitirles asociaciones negativas. Fíjate en cómo piensas o hablas de ciertos alimentos, ya sean postres, pan o verduras. Mantén la curiosidad por tus creencias alimentarias y sé consciente de lo que dices delante de tus hijos.

Si notas que tienes muchas asociaciones negativas con los alimentos, o sientes obligación por hacer dieta o restringir la comida con regularidad, puede ser beneficioso que busques ayuda para sanar tu propia relación con la comida. El trabajo que haces para sanar tu propia relación con la comida tendrá efectos positivos en todas las personas de tu vida, en especial tus hijos. 

La Alimentación Intuitiva puede ser un buen punto de partida para explorar cómo te relacionas con los alimentos que comes y los que no. Es una forma de comer que te ayuda a identificar qué alimentos te hacen sentir mejor y cuáles no te sientan bien o te dejan con ganas de más.

Si tienes problemas con tu propia imagen corporal, considera la posibilidad de buscar un terapeuta especializado en imagen corporal o una comunidad de la que puedas aprender. Además, en las redes sociales hay algunos líderes increíbles que mantienen conversaciones sobre asociaciones alimentarias positivas.

Hablar de lo que los alimentos hacen por el cuerpo

En lugar de clasificar un alimento concreto como «malo» o «bueno», describe lo que ese alimento ofrece al cuerpo. Haz que sea divertido y educativo, en lugar de sobre restricciones. Por ejemplo, puedes decir: «El pollo tiene proteínas y ayuda a construir las células que forman tu cuerpo» o «Las galletas te dan energía a corto plazo». Cuando los niños aprenden cómo los alimentos nutren el cuerpo, pueden empezar a tomar sus propias decisiones saludables. 

Tener como objetivo comer en familia

Según la investigación (enlace en inglés), comer en familia se asocia con menos trastornos alimentarios y mejor autoestima en niños y adolescentes. También ayuda a generar hábitos saludables y disfrute en torno a la alimentación. Además, este momento les ofrece un espacio seguro y cómodo para probar de manera juguetona algo nuevo en su plato.

Evita presionar con ciertos alimentos

Obligarles a comer determinados alimentos puede embotar las señales internas que tienen sobre lo que les gusta, lo que su cuerpo necesita y cuándo están saciados. De todos modos, las batallas a la hora de comer suelen ser contraproducentes, lo que les lleva a resistirse a las verduras o las proteínas de sus platos. 

Presionarles para que coman determinados alimentos puede incluso provocar una asociación negativa con la hora de la comida, y que sientan ansiedad incluso al sentarse a comer. En su lugar, sírveles comidas completas, pero permíteles que tengan voz y decisión. Darles la posibilidad de elegir lo que comen les ayuda a crear hábitos a largo plazo en los que se sientan seguros de sí mismos y control sobre su alimentación.

Observa cambios en su alimentación

Si es claro el cambio de sus hábitos alimentarios, podría ser señal de un problema más profundo, como depresión, ansiedad o incluso un trastorno alimentario (independientemente de su tipo de cuerpo). Considera hablarle o pedir ayuda a un terapeuta o pediatra de confianza 

Revisado por el equipo clínico de Ovia Health


Fuentes

Get the Ovia Parenting app
Get our app at the Apple App Store Get our app at the Apple App Store Get our app at the Google Play Store Get our app at the Google Play Store