La salud mental en la era de las redes sociales 

Hoy en día, los adolescentes tienen la oportunidad de participar en una lista siempre cambiante y creciente de plataformas de redes sociales y están conectados con sus compañeros y con el resto del mundo de una manera diferente a cualquier generación pasada. 

Aunque las redes sociales pueden ser una herramienta excelente para conectarse y encontrar una comunidad, en especial para los miembros de grupos marginados, también pueden tener consecuencias preocupantes para la salud mental de adolescentes (y adultos) de todas las edades. He aquí lo que hay que saber sobre la salud mental de los adolescentes en la era de las redes sociales.

No todo es malo

A pesar del miedo que suele surgir cuando se menciona a padres el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes, no todo es malo. Las redes sociales pueden ser un espacio divertido y creativo para muchos adolescentes. Para muchos, puede ser una forma valiosa de mantenerse en contacto con amistades y familiares lejanos, o de encontrar una comunidad cuando sienten aislamiento. Hablar en familia sobre el «por qué» de pedir usar las redes sociales es importante. 

El uso no controlado de las redes sociales puede conducir a resultados preocupantes 

Cuando los adolescentes tienen acceso y participan en redes sociales que no son apropiadas para su edad, no son alentadores o no apoyan una mentalidad sana, puede haber graves consecuencias negativas. 

El uso excesivo de las redes sociales puede provocar depresión, sueño interrumpido y desvinculación de la vida cotidiana. También puede exponer a niños al acoso en línea, a la presión social y a impresiones poco realistas de la vida de los demás. 

Muchos resultados negativos apuntan a cuánto tiempo los niños pasan usando las redes sociales. Un estudio del 2019 demostró que los adolescentes estadounidenses que usan las redes sociales durante más de tres horas al día tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental.

Manejar las redes sociales es una habilidad

En nuestro mundo digital no es realista (ni sensato) esperar que nuestros adolescentes nunca utilicen las redes sociales. Como padres, nuestro trabajo es ayudarles a desarrollar las habilidades que necesitarán para consumir y utilizar las redes sociales de forma saludable y autorregular su uso cuando sean adultos.  

Para muchos niños, eso puede significar limitar el tiempo de uso, evitar plataformas o grupos que no les hagan sentir bien y establecer momentos del día libres de redes sociales. Establecer una norma de no pasar tiempo frente a pantallas cuando vienen amistades a casa o a la hora de comer puede ser un buen comienzo. Otras habilidades que marcarán una gran diferencia en su salud mental general incluyen la alfabetización mediática para entender cuándo se han editado las imágenes, cómo las empresas manipulan las redes sociales para que los consumidores actúen de una determinada manera o hagan ciertas compras, y cómo controlar sus propios sentimientos y respuestas a las imágenes que ven en las redes sociales.

La edad es solo un número

Puede resultar tentador aplazar el uso de las redes sociales a una edad o grado concretos. «Claro, cuando tengas 13 años podrás descargarlo». Pero los niños maduran a ritmos diferentes, y su capacidad para seguir las normas familiares y mantener los pies en la tierra es única. Uno de los aspectos más duros de las redes sociales es cómo dirigen la mirada y la autoevaluación del niño hacia lo externo. El número de «me gusta» y de seguidores mide de repente la autoestima. Los adolescentes necesitan tener un fuerte sentido de lo que les importa en particular antes de dejarse bombardear por las opiniones de los demás.

Además de que tu hijo o hija quiera utilizar las redes sociales, puede que sientas presión externa si sus compañeros (o incluso amistades menores) ya tienen permitido el uso de las redes sociales. Tú eres quien mejor le conoce. Tu familia puede tener su propio camino y forma de manejar este tema.

Las redes sociales no es una conversación que se tiene solo una vez 

Como la mayoría de los temas importantes, las redes sociales y la salud mental no deben ser una conversación única. Antes de que tu adolescente empiece a utilizar las redes sociales, hablen de cómo puede afectar a su salud mental y trabajen juntos para establecer las normas básicas que crees que funcionarán para tu familia. 

Fijar un momento regular para hablar (por ejemplo, los domingos por la noche o cada dos jueves) e incluirlo en el calendario familiar puede ayudar a normalizar la reevaluación constante de cómo van las cosas como una prioridad en tu familia. También creará un espacio para mantener conversaciones sobre temas como la seguridad en internet, el trato amable a personas en línea y qué hacer si se encuentran con imágenes perturbadoras o molestas.

Observar nuestros propios hábitos puede ser revelador 

A medida que empezamos a explorar cómo las redes sociales pueden afectar a la salud mental de los adolescentes, puede ser valioso analizar cómo nos afectan a nosotros también. Nuestros hijos hacen lo que nosotros les enseñamos, así que asegúrate de que tratas las redes sociales como quieres que tus hijos las traten y habla de manera abierta sobre cómo equilibras el uso de las redes sociales y tu salud mental. El uso de las redes sociales no debe imponerse a nadie, así que si te pide que no publiques sus fotos en tu cuenta, es algo que debes respetar y es una buena forma de poner límites por su parte. Tu relación con las redes sociales puede cambiar a medida que empieces a participar y a reflexionar sobre tu uso. ¡No pasa nada!

Un día no muy lejano, tu adolescente será adulto. Y como adulto será importante que entienda cómo el uso de las redes sociales puede afectar a su salud mental y que actúe en consecuencia. Si le enseñas lo que necesita saber ahora y le dejas practicar estas habilidades en el entorno seguro de tu hogar, le estarás dando lo que necesita para utilizar las redes sociales con prudencia y cuidar de su propia salud mental a largo plazo.

Revisado por el equipo clínico de Ovia Health


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